21 de septiembre de 2010

Uno y dos

Un imbécil con coche, con casi toda seguridad resulta ser un imbécil previamente a tener coche (me imagino que en las diferentes dimensiones de su estulta vida). Si el tal conduce un vehículo de la serie 5 de la Fábrica Bávara de Motores, entonces se trata, sin duda alguna, de un cretino con denominación de origen, en este caso, alemana. Vaya por él.

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y dos: Dos libros de Georges Perec: Un hombre que duerme y Lo infraordinario. Baratos no son, no. Todo sea por las editoriales minoritarias y por la galaxia Gutenberg. Tan denostada por los científicos de la educación: estimando (putando en latín) que la lectura es regresiva. Un regresivo.

2 comentarios:

eutelia dijo...

jajajaajaj...ha dicho usted lo que yo hubiera tenido ganas de decir el viernes (y no hubiera podido por mucho que lo intentara).

Le invito a mi entrada "Panama Driving"...

Saludos,

Eutelia
www.albinovino.com

Martín López dijo...

Yo creo que hay muchas maneras de ser inteligente, y a veces se dicen cosas con sentido sin saber cómo. Ahora, ser tonto (me refiero a los de carrera) es de la misma forma aquí o en Nueva York, aparte de requerir el mismo entrenamiento. Los tontos se mantienen constantes.