22 de enero de 2009

Racionalización social

La ópera condensa, por decirlo así, un difícil de juego en el cual el burgués se asimila a las clases altas, por un lado, dejando que los cantantes griten sus amores venezolanos, mientras que un momento antes gritaba él, el burgués, en la calle, inflamada el alma de derechos del ciudadano. Dentro y silencioso, solamente habla la música, ensordeciendo los pensamientos, habita el clima para la insurrección militar que descorre los velos: la chusma es la chusma, está en la calle y aquí no puede entrar. Esto, que no lo digo yo, ¿se puede decir así?

2 comentarios:

Egoficción dijo...

O te pone en paz con ciertos pensamientos excesivamente apolíneos.

Martín López dijo...

¿Puede Vd. precisar? ¿Catarsis? ¿Mecanismos compensatorios? ¿Sucedáneos del instinto?