6 de enero de 2009

Altamente recomendable

Martha Nussbaum (El ocultamiento de lo humano, Katz, 2006): acerca del lugar de las emociones en la fundamentación y funcionamiento de la normatividad social. Las dos pasiones mencionadas en el subtítulo del libro (la vergüenza y la repugnancia) son impugnadas por la autora como base de la ley (que es la tercera palabra del subtítulo). Pero hay otras emociones que sí parecen ser relevantes: la ira, el temor, la compasión... (llevo poco leído del libro) en la tarea fundamentadora. Puesto que uno es en estos asuntos cada vez más aristotélico, me resulta atractiva una propuesta ético-política como la de la autora norteamericana, que fija (vincula) la legalidad y la convivencia social a las conductas que se esperan de un hombre razonable... en la situación de los hechos.

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La sabiduría pasa por la prudencia, y ésta por la humildad. No hay un dios en la conciencia, ni las leyes de la lucha de clases, sino la fragilidad constitutiva y compartida de la humanidad. Podemos pensar.

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