22 de enero de 2009

Comments

Sobre Kant:

Hola.

En efecto, lo trascendental kantiano acaba refiriendo (¿no lo hacía desde el principio?) al faktum moral. Pero ahí es donde el genoma no tiene nada que hacer frente a la decisión soberana: en el instante mismo de plenitud del código genético descubierto, cuando todas las industrias farmacéuticas se las prometieran felices (por los $ consiguientes), algún demente o desesperado podría darle al botón y mandarlo todo a hacer puñetas. El orgullo del genetista habría acabado y la libertad se habría demostrado por fin. Este ejemplo truculento y creo que indeseable, aunque de venerable tradición humeana (razón criada de sus pasiones), me parece que muestra que lo trascendental no es solamente lo moral, sino antes que nada lo irreductible o fondo oscuro, creativo o destructivo, del ser humano.

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