Salgo de la casa. Los libros, que había dejado a la intemperie dentro de una especie de estantería-cuna, han salido volando con el aguaviento. Algunos de ellos parecen mordidos por los cantos. Diarios y memorias que no sé por qué había dejado expuestos al clima.
Afuera llueve.
No hay comentarios:
Publicar un comentario