Se conservó el placer de una autoridad a la que obedecer y hasta la nostalgia de un experto que orienta, un poderoso que dispone, un guía que sugiere, un sacerdote que execra, un médico que prescribe, un policía que castiga, un juez que sanciona, un periodista que advierte, un padre que educa. (Baricco, Lo que estábamos buscando)
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