Blanco sucio...
El discípulo aplicado traslada al cuaderno la impresión de un mediodía sin enviados.
Un sol de quita y pon, caseríos blancos dispersos en medio del verde oliva.
No se ven los campesinos descansando. No es ni el año ni la hora.
El aire es fresco, incómodo, aunque eso no cabe en la imagen captada desde el salón climatizado.
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