Desaparece la cosa, e inmediatamente aplicamos la lógica binaria con el fin de buscar consuelo y evitar los sobrecostes añadidos.
Nuestros olvidos, actos absurdos e incidentes están sometidos a una empresa bien real. Un recién nacido, per se, dona su libertad al Ibex 35 y la libertad de los mercados. Libre es de decir que sí.
En cuanto a la verdad, esta se sospecha en las sendas que se abren paso en el bosque y entre la montaña, y ella es ajena a los individuos malencarados en la puerta de antros donde se desconoce a Confucio.
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