17 de febrero de 2021

 Bastantes horas grises tiñen un día de oscuro.

Las campanadas caen con desgana, acompasadas a la luz declinante.

Las frases cortas y duras, como dichas en un sueño.

Mujeres y hombres de la ciudad quedan lejos, atados a su ritmo, el gesto crispado.

Quien cuenta, se pone aparte. A esto se reduce la meditación. A delimitar sombras y claros en los que uno mismo se lleva la mejor parte, disponiéndose en medio.

Mientras, arden las calles entre la bronca electoral y los daimones de saldo recogen sus ganancias, extraños a la virtud: el silencio.

...Pero existir acaba en la arena, después de escasos instantes de dicha.

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