Retomo las Reglas y consejos... de D. Santiago Ramón y Cajal. Original de 1898. Un lujo. O sea, un clásico. Un festín de la lengua al que siempre convidan los sabios.
Blogger me avisa de que las leyes europeas, Dios las bendiga, me obligan a que avise a mis improbables visitantes y/o lectores de que mi blog usa cookies, pero a mí su aviso, incompetencia mía, seguro, no se me pone en la cabecera
27 de febrero de 2021
Ciudad irreal,
bajo la neblina sepia del alba invernal,
una multitud fluía en el Puente de Londres; tantos,
nunca hubiera dicho que la muerte hubiera deshecho a tantos.
Exhalaban suspiros, cortos y espaciados,
y cada hombre fijaba los ojos ante los pies.
Fluían cuesta arriba y bajaban luego por King William Street
hasta donde Saint Mary Woolnoth daba las horas
con un sonido muerto en el repique final de las nueve.
Ahí vi a uno que conocía y le paré gritando: «¡Stetson!
¡Eh, estábamos juntos en los barcos de Mylae!
Aquel cadáver que plantaste el año pasado en tu jardín,
¿ha empezado a brotar? ¿Florecerá este año?
¿O la repentina helada le ha malogrado el lecho?
¡Ah, mantén alejado al Perro, que es amigo del hombre,
o lo desenterrará de nuevo con las pezuñas!
¡Tú, hypocrite lecteur, mon semblable, mon frère!» (T. S. Eliot, La tierra baldía)
26 de febrero de 2021
Apelio Cosmopolitano es un cínico del que se dice que pergeñó una obra acerca de las trampas del lenguaje. Se le reputaba sofista, aunque en verdad era enemigo de ellos. No se conocen bien las fechas de su vida, porque solo tenemos referencias indirectas. El caso es que probó, o eso dan a entender los escasos fragmentos, que es en el lenguaje y no en los pensamientos donde se encuentran la verdaderas raíces de la prima philosophia. De todas maneras, estima que cualquier cosa que escriban los seres humanos es una raya en el agua, confrontados con el abismo atroz. El título que nos queda del libro de Apelio es De ente et niente o Del vacío y la nada: Las categorías de la antiplenitud. En cuanto al libro en sí parece que fue inmediatamente dado al fuego, porque se sostenía que, desde Sócrates, no había existido personaje que desanimara de tal modo a los jóvenes, al señalarles la total indiferencia y nulidad de los objetos más venerables de la filosofia. En cuanto a los temas, cree Apelio que se dividen en dos fundamentalmente: las oscuras sublimidades teutónicas, deudoras de una mala digestión y la escasa luz solar, y las superfluidades gálicas, que no merecen más que desprecio y burla.
25 de febrero de 2021
El periódico trae imágenes de pura maldad que no merecen el perdón del dios ni de los hombres. Desasogantes, capaces de hundir cuerpo y alma. Las manos de la madre y el niño al borde del abismo, el verdadero y el único. Yo no sabría perdonar, después -a pesar- de tantos años de cristianismo. Perdonar me parece un escándalo en ciertos casos. Aunque escasas, hay más de una imagen que condensa el mal puro. Abominamos de lo tibio, queda bien decirlo... Pero más ominoso es este crimen, extremo, con cuyos autores no queremos habitar la misma tierra. Ya lo Dijo: más les valdría no haber nacido, y arrancarse los ojos, a quien les afrenta.
24 de febrero de 2021
23 de febrero de 2021
21 de febrero de 2021
20 de febrero de 2021
19 de febrero de 2021
18 de febrero de 2021
La Palabra del Padre, el silencio de los padres, nos contamos estas verdades incómodas y a contracorriente. Un mundo se quiebra de repente y no hay redes en las que caer. Sucede en las novelas, pero porque sucede en nuestras existencias y luego pasa a las conversaciones. Es una brecha de luz en el desconocimiento. Yo no sé decir bien esta verdad que intuyo de una cuerda tendida hacia el tiempo que se corta y nos obliga a nosotros, a ellos, a seguir. Pero quien lanza su cuerda, esa es su condena de amor, ya sabe que es un futuro pasado y debe registrarlo delante de notario. Ha comprendido un destino que no empezó él. ¿Es ese el sentido de la Palabra del primer Padre?
17 de febrero de 2021
Bastantes horas grises tiñen un día de oscuro.
Las campanadas caen con desgana, acompasadas a la luz declinante.
Las frases cortas y duras, como dichas en un sueño.
Mujeres y hombres de la ciudad quedan lejos, atados a su ritmo, el gesto crispado.
Quien cuenta, se pone aparte. A esto se reduce la meditación. A delimitar sombras y claros en los que uno mismo se lleva la mejor parte, disponiéndose en medio.
Mientras, arden las calles entre la bronca electoral y los daimones de saldo recogen sus ganancias, extraños a la virtud: el silencio.
...Pero existir acaba en la arena, después de escasos instantes de dicha.
16 de febrero de 2021
15 de febrero de 2021
Un 15 de febrero cualquiera renace el sol de nuevo, en calles, caminos y pueblos.
Demasiadas jornadas de sombra y silencio, de aquello que más tememos: el mundo oscuro, el de la falta de visitas.
Aprendemos a dejarlo, sin que los demás lo perciban. Este mundo, el claro, el de la luz y los ruidos familiares, es un hábito extraño en el curso de las cosas. Definitivamente el 15 de febrero no es como cualquier otra jornada.
Pesan los brazos y los actos rutinarios, los rostros se entregan, cuando lo hacen, con la dura opacidad de lo otro. Tu ausencia, quiero decir. El frío que eres sin que la tierra lo advierta.
(El gesto de la mano traza la línea definitiva: a este lado o al otro. Sobra con un equívoco, con un cruce de trayectorias, para que se interrumpan las conversaciones. Estos sucesos ocurren con independencia de clima y lugar y dejan un regusto sombrío en quien los piensa. Porque el silencio es terrible, el de un tiempo sin retorno, el que marcan los relojes en el mundo tenebroso de las barajas.)
De percepto y concepto
Sintetizando de mala manera a Kant con W. Stevens me sale que lo artificial es vacío, y que lo esencial es ciego.
14 de febrero de 2021
13 de febrero de 2021
12 de febrero de 2021
Desaparece la cosa, e inmediatamente aplicamos la lógica binaria con el fin de buscar consuelo y evitar los sobrecostes añadidos.
Nuestros olvidos, actos absurdos e incidentes están sometidos a una empresa bien real. Un recién nacido, per se, dona su libertad al Ibex 35 y la libertad de los mercados. Libre es de decir que sí.
En cuanto a la verdad, esta se sospecha en las sendas que se abren paso en el bosque y entre la montaña, y ella es ajena a los individuos malencarados en la puerta de antros donde se desconoce a Confucio.
11 de febrero de 2021
10 de febrero de 2021
¿Cuánta verdad estamos dispuestos a soportar? ¿Por qué le tenemos miedo a la confesión? Quizás porque detrás del mal solo ande la idiotez, el mundo propio desajustado.
Se emprende un camino que no se sabe bien a dónde lleva. Pero se emprende porque es la manera de mostrarse después al espejo, a otros.
¡Qué bien disimula el histrión! Él mismo inicia la cadena de aplausos para su redondo estómago. Dura poco, lo que tardan las leyes de la mecánica y la lluvia en recordar su potestad. La máquina es la venganza irónica del animal hacia quien lo malentiende. Sus leyes a todos abrazan en el frío y en el fango. Un campo de carroña que ninguna música consigue olvidar aunque multiplique misereres.
Desde hace cien años somos para el otro, el de las alas de buitre y la plétora racional. Por el rodeo del siglo y las experiencias lo hemos acabado sabiendo nosotros, como legítimos herederos de la pesadilla. Ser para otro, arrastrando y siendo arrastrados por una cadena de mentiras pomposas. Dios murió cuando miramos hacia el futuro...
9 de febrero de 2021
Círculo hermenéutico
Hay obras punteras, rompedoras, ultramodernas, siècle XX pletórico, que solo se pueden entender en el ambiente moral y físico de la Ivy League.
8 de febrero de 2021
El poema es una barca sin rumbo,
Llevada por nadie que domine a los siervos susurros.
O una isla sin habitantes, puramente ctononómica.
Amén para los autodichos modernos, los estetizantes, aquellos que llevan el marchamo neofrancés por academias del midwest.
Lo que yo intuyo en esta provincia de vientos racheados y lluvia oblicua es la perenne entidad del sol y las sombras que se guardan en el interior de la tierra, a la espera de un cielo improbable.
Mientras tanto, los ermitaños cogitan en sus madrigueras, a salvo del sol y distantes de un cielo negro.
7 de febrero de 2021
El poema se debe dejar reposando en la pared,
Trinchado el papel en el corcho
Como una mariposa vulgar,
Dispuesta para la estilística forense.
A continuación, vuélvete, toma distancia,
Mira desde un lado y desde otro, sin dejarte arrebatar por la seda al albur de la brisa.
Proyecta la tranche de monde que corresponda y comprueba que así el universo viaja solo, que la interpretación está engrasada y echa a volar como una polilla de la tarde contra el ominoso azul.
Tú, contra el tiempo. El poema habla de ti, que es todos.
Acotaciones a tres poemas de W. S.
Quien observa el mar, observa al hombre que mira,
Pero antes debe hacerse cargo de la cosa en sí,
Esa que acoge el pensamiento.
La idea, y la palabra en que transparece, va a lo otro, a lo elemental del mundo para el ojo no entrenado.
Lo transparente es el mundo,
Quiere decir que el mundo es lo real,
La verdad -barcas, mariposas, azul- que no aparece en los negocios del día, sino a Smith cuando descansa pegado al transcurso del agua en los días de fiesta.
(Lo difícil es decir lo que los ojos ven sin lentes mendaces.)
6 de febrero de 2021
5 de febrero de 2021
4 de febrero de 2021
Hace mucho calor y debe ser verano,
un martes bochornoso hacia mil novecientos setenta y tantos,
los días no pasaban nunca y las madres asustaban a los hijps con historias de bandidos puestas al día.
(No hacía tanto que esas historias habían sido verdaderas, por lo menos fragmentariamente y con vista al sesgo.)
Los niños, algunos, tienen miedo y miran a través de la ventana, en el piso de arriba, hacia el camino de tierra.
¡Cuánto daría yo por el pavor y el camino! ¿Cuánto daría si pudiera?
El hombre está abajo, indefenso y sin palabras. El orgullo es distinto, lo tiene y va dirigido hacia afuera, hacia el hijo. También la alegría y el dolor en entrelazada mixtura y en un sagrado silencio que es la voz verdadera que se guarda para los niños y no llega a decirse.
¡Cuánto habría dado yo para que hubiese sido dicha una vez!
Después, las almas son iguales, debió llegar la oscuridad cierta y el desánimo. Los finales y los arrepentimientos imposibles, porque los arrepentimientos no rentan para una conciencia sinceramente atormentada.
Pero en aquel momento para el niño era distinto: era martes, la luz caía a plomo para misericordia de los pobres y al fin la madre asomaría por el camino con la compra de la semana.
(Así guarda la memoria caprichosa instantáneas donde por ensalmo se contiene todo.)
La segura compañía
Esperamos la lluvia, las verdades de otro,
La composición de voces que ensalma un bloque del mundo
-paisaje, ciudad, amor, destierro-,
Un pensamiento que se arranca con un vértigo y que viene a darnos luz.
Mendigamos las frases, las palabras del otro, el bárbaro y extraño, el amigo ausente que -mudo- nos habla y nos inquiere y nos requiere.
(A esa mano que pide y ojos que anhelan conversar, no le niegues su óbolo: las breves y eternas imágenes del instante, en un verso que salta libre entre las olas del tiempo.)
A las doce horas justas desde la salida del sol ha echado las persianas con la música de costumbre, mirando a un lado y otro de la calle el mismo vacío.
Los párpados caen pesadamente al compás de las luces en fuga. Las calles se abandonan y las almas se ocultan en algún lugar que es otro que ahora.
Una luz de gas vuelve a la memoria, y el repiqueteo de los cascos por la avenida principal.
Están las calles plenas o repletas de ausencia, atiborradas de abandono y de canciones que han dejado de sonar.
En algún rincón alguien lo cuenta, escuchando los zumbidos que vienen de muy adentro, a deshoras o quién sabe, si la entera verdad corresponde a las campanas de la torre.
3 de febrero de 2021
Compañías de seguros
Contra la Cultura, vetusta dueña clerical,
Alzamos el sagrado derecho del pobre,
Auspiciado al pensamiento en islas solitarias.
Serán sus únicas riquezas estas olas del ánimo que llevan y traen ideas en alas de un espíritu ausente.
Débil y mortal mendiga y no sabe a quién. No está hecho su carácter para excesos de ebriedad.
2 de febrero de 2021
Une promenade
Quién se conforma con ser espejo, con el riesgo de que reclame la realidad, pudiendo ser un moderno magnetófono a la vera del río, desacoplando los ruidos para aventurar una voz.
Ventana nadie quiere ser, por el temor de que al otro lado no se encuentren los emigrados polacos (campesinos) ni el fotógrafo del MOMA.
En verdad que la poesía va a las catacumbas del establecimiento, vecina de la crítica y de la filosofía a un lado, y de las obras de religión al otro.
Tal destino le ha cabido al espíritu absoluto. A él, que destinaba.
Están las obras como peces abisales, en una imaginaria cubeta para hacerse una foto, sin conocer si son peces o ajolotes que sueñan lo que no es pero le conviene al deseo.
Quien sueña quiere olvidar su condición adivina, y a eso lo llama su posibilidad y refugio cálido.
A tanto no llegan las obras, que acaban desconociendo a su hacedor y destinatario.
La mayoría de las botellas, en efecto, se pierden en el mar, y el agua no conoce la inquietud de leer en su interior.
Así el universo contra la palabra, desmintiendo los signos de admiración para ilustrados de provincias.
Su realidad
El exceso imaginativo toma el riesgo de sacar al mundo de sus goznes.
Pero el mundo está fabricado con la prosa del cemento y paneles metálicos para ocultar las grietas que van arando los cursos del sol en sus edificios con ínfulas.
Acerca de esta verdad clara la imagen desvanece la realidad: no hay viajes sino tránsitos y reglas que limitan el alcance temporal de la permanencia en las aceras.
1 de febrero de 2021
Blanco sucio...
El discípulo aplicado traslada al cuaderno la impresión de un mediodía sin enviados.
Un sol de quita y pon, caseríos blancos dispersos en medio del verde oliva.
No se ven los campesinos descansando. No es ni el año ni la hora.
El aire es fresco, incómodo, aunque eso no cabe en la imagen captada desde el salón climatizado.