SGANARELLE: Esto es lo que no puedo soportar,pues no hay nada más real que el coco, y yo me dejaría ahorcar por él. Mas es preciso creer en algo ¿En qué creéis, pues?
DON JUAN: ¿En qué creo?
SGANARELLE: Sí
DON JUAN:Creo que dos y dos son cuatro, Sganarelle, y que cuatro y cuatro son ocho
SGANARELLE: ¡Buena creencia y bellos artículos de fe! ¿Vuestra religión, es por lo que veo, la aritmética? Hay que confesar que se les meten extrañas locuras en la cabeza a los hombres y que, aun habiendo estudiado mucho, es uno mucho menos sabio, con frecuencia. Por mi parte, señor, no he estudiado como vos, a Dios gracias, y nadie podría alabarme de haber enseñado nada; mas, con mi humilde sentido y mi escaso juicio, veo las cosas mejor que todos los libros, y comprendo muy bien que este mundo que vemos no es un hongo que haya nacido espontáneamente en una noche. Quisiera realmente preguntaros quién ha hecho esos árboles, esas peñas, esa tierra y ese cielo de ahí arriba, y si todo se ha hecho por sí solo. Héteos a vos, por ejemplo, aquí. ¿Os habéis creado vos mismo y no ha sido necesario que vuestro padre haya preñado a vuestra madre para que nacieseis? ¿Podéis ver todas las invenciones de que se compone la máquina humana sin admirar el modo con que está ajustado todo? Esos nervios, esos huesos, esas venas, estas arterias, estos..., este pulmón, este corazón, este hígado y todo estos otros ingredientes que hay aquí y que... ¡Oh, pardiez, interrumpidme si queréis! No sé discutir si no me interrumpen. Os calláis a propósito y me dejáis hablar por fina malicia
DON JUAN: Espero a que hayas concluido tu razonamiento
SGANARELLE: Mi razonamiento es que hay algo admirable en el hombre, digáis lo que queráis, que todos los sabios no podrían explicar ¿No es maravilloso que esté yo aquí y que tenga algo en la cabeza que piensa cien cosas diferentes en un instante y hace de mi cuerpo cuanto quiere? Quiero aplaudir con las manos, levantar el brazo, alzar los ojos al cielo, bajar la cabeza, mover los pies; ir a la derecha, a la izquierda, hacia adelante, hacia atrás, volverme... (Cae al suelo al volverse)
(Molière, Don Juan)
***
DON RODRIGO: ¡Geometría!
DON JUAN: ¿Nunca lo has experimentado, el maravillarse con un saber que prueba lo que es cierto? Por ejemplo: lo que es un círculo, la pureza de un lugar geométrico. Añoro la pureza, amigo, lo exacto; me horroriza la idea de empantanarme con nuestros estados de ánimo. Nunca me he avergonzado ante un círculo o un triángulo, nunca he sentido asco. ¿Sabes lo que es un triángulo? Inevitable como un destino: sólo existe una única figura compuesta de las tres piezas que sostienes; y la esperanza, lo aparente de posibilidades incalculables, lo que tan a menudo desconcierta nuestro corazón, se desmorona como una ilusión ante estas tres rayas. Así y no de otra manera, dice la Geometría. Así y no de cualquier manera. Ahí no sirve ningún engaño y ningún estado de ánimo; existe una única figura que coincide con su nombre.
(Max Frisch, Don Juan)
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