A manera de microexorcismos:
a) En lo público, el asco por toda esta farándula, pública y publicada, en la que al personal se le toma por imbécil, en la creencia de que presumiblemente lo sea.
b) En lo privado, la convicción de que todo, fortuna o desgracia, se juega en un instante. Retrospectivamente, reconoceriamos en sucesos o palabras señales apuntando a ese momento. Pero nadie puede vivir así. Esto lo sabes tú para ti, aunque los demás no lo adviertan o desechen considerarlo.
Si junto lo uno con lo otro, existir se mueve entre la farsa ridícula y la tragedia que puede que tampoco logre evitar la burla. Esto no da más que para una alegría entrecortada, en el mejor y más feliz de los casos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario