Brian McArdle era un exguardia de seguridad de cincuenta y siete años de Lanarkshire que se había quedado medio ciego y paralizado de un costado por un derrame cerebral (...) Sin embargo, al señor McArdle le mandaron presentarse a una "evaluación de aptitud para el trabajo" a cargo de Atos, una empresa francesa contratada para reducir el gasto en prestaciones... (Lo cuenta Owen Jones en El Establishment)Con resultado de muerte.
Blogger me avisa de que las leyes europeas, Dios las bendiga, me obligan a que avise a mis improbables visitantes y/o lectores de que mi blog usa cookies, pero a mí su aviso, incompetencia mía, seguro, no se me pone en la cabecera
3 de enero de 2016
Las bondades de los extremismos neoliberalistas
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