En nuestro país la memoria pública ha sido tan escasa y mezquina como la memoria privada, ese catálogo de testimonios que es preciso recoger y atesorar, los relatos orales, cartas, diarios, libros de recuerdos, lo que después servirá como valiosa materia prima para los historiadores, lo contado y escrito desde la perspectiva única de la experiencia personal. En el espacio en blanco de la historia borrada se proyectan las mentiras de los manipuladores y las fantasías sectarias de los ideólogos, y los verdugos se vuelven honorables. (Don Antonio Muñoz Molina, "Formas de olvido", en Babelia)
Blogger me avisa de que las leyes europeas, Dios las bendiga, me obligan a que avise a mis improbables visitantes y/o lectores de que mi blog usa cookies, pero a mí su aviso, incompetencia mía, seguro, no se me pone en la cabecera
9 de enero de 2016
Memorias: público/privado; pasados y presentes
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario