El discurso de la emoción, de la emoción urgente, ha calado arriba y abajo. En los movimientos de base nuevos, y en las razones teóricas y prácticas de los políticos sistemáticos que, ahora, prometen aplicar medidas rápidas. Un excepcionalismo en el filo de la navaja listo para encontrar más diabólicos amos. El pueblo soberano, por su parte, bala.
No hay comentarios:
Publicar un comentario