12 de marzo de 2022

Achtung, spoiler!

 Estas dos versiones corresponden al final de Ser y tiempo, famosa "novela" de Heidegger publicada en el primer tercio del siglo anterior, el de las dos primeras guerras mundiales. La primera traducción es de J. E. Rivera. La segunda, pero primera en el tiempo, es la interpretación de J. Gaos, de la que han gozado tantas generaciones de filosóficos hispanoahablantes:

 Eso que llamamos el “ser” está abierto en la comprensión del ser que, en cuanto comprender, es constitutiva del Dasein existente. La aperturidad —previa, aunque no conceptual— del ser hace posible que el Dasein, en cuanto existe como un estar‐en‐el‐mundo, pueda habérselas con el ente, tanto con el que comparece dentro del mundo como consigo mismo en cuanto existente. ¿Cómo es posible propiamente para un Dasein la comprensión aperiente del ser? ¿Podremos responder a esta pregunta retornando a la constitución originaria del ser del Dasein comprensor‐del‐ser? 

 ***

Lo que se dice "ser" es abierto en la comprensión del ser que es inherente como comprender al "ser ahí" existente. El previo, si bien no conceptual, "estado de abierto" del ser hace posible que el "ser ahí" pueda, en cuanto existente "ser en el mundo", conducirse relativamente a entes, así a los que hacen frente dentro del mundo como a sí mismo. ¿Cómo es un comprender el ser, en el sentido de un comprender que abre, posible bajo la forma de ser del "ser ahí"? ¿Puede la pregunta lograr su respuesta retrocediendo a la constitución original del ser del "ser ahí", que comprende el ser?

Claro, el aporético final del final no podía ser otro que este (trad. Rivera): 

¿Se revela el tiempo mismo como el horizonte del ser

Aclaración del lector víctima: Las comillas y cursivas pertenecen al texto traducido. Las comillas gaosianas pueden entorpecer, pero el "aperiente" de Rivera no es moco de pavo lingüístico-filosófico.

Determinen improbables lectores con cuál de las versiones su fruición es mayor.


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