... las cartas de Félix Dzherzhinski son muy interesantes, porque al leerlas se comprende que la revolución de 1917 no la hicieron los bandidos, como algunos hemos imaginado. Dzherzhinski era uno de esos románticos que aspiraban a purificar la humanidad. Tomaron el poder y para mantenerlo y realizar su revolución comenzaron a derramar sangre y se transformaron en horrendos verdugos. Fue una tragedia. Entonces yo no lo comprendía, pero nunca he pretendido ser una disidente desde la cuna. Mi padre era un comunista convencido que nunca entregó su carné y yo era un sovok [una partidaria recalcitrante del modelo soviético], como los demás, y solo me liberé de esa condición en Afganistán. (S. Alexievich, entrevistada en El País)
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10 de diciembre de 2015
Salidas de la caverna (platonismos; tragedias)
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