28 de diciembre de 2015

En esa isla flotante /Laputa/ los hombres tienen un ojo dirigido a su interior y el otro hacia el cenit; son perfectos cartesianos: un ojo egotista contempla el yo, un ojo cosmológico escruta las cosas más distantes. (Allan Bloom, acerca de Los viajes de Gulliver, en Gigantes y enanos)
¿No serán perfectos kantianos, escindidos entre las estrellas y la ley moral cordial? Pero no: son efectivamente cartesianos íntegros. Porque las dos ciencias que cultivan, relativas a cada una de las direcciones de su mirada, son la astronomía y la música. Esto es, el mismo ordo mathematico en el micro y el macrocosmos. O sea, ninguna salvación para el hombre completo en este platonismo amputado, limitado al número y la figura. (Aunque es entre los racionales y virtuosos houyhnhnmes donde Bloom localiza la transposición novelesca del mundo de República.)

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