Es el tiempo –sólo eso- lo inflexible e innegociable de la existencia. Mirar la realidad a los ojos cuando las horas se vuelven interminables resulta en algunos casos demasiado cruel, pero no injusto. La justicia dejó de existir en este penoso tramo de nuestras vidas del que solo esperamos paz y exigimos respeto y honestidad a quienes nos engañaron y traicionaron. (D. Ignacio Carrión, en su página, anotación del 10 de dic.)
Blogger me avisa de que las leyes europeas, Dios las bendiga, me obligan a que avise a mis improbables visitantes y/o lectores de que mi blog usa cookies, pero a mí su aviso, incompetencia mía, seguro, no se me pone en la cabecera
13 de diciembre de 2015
La verdad (sin comentarios)
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