24 de octubre de 2015

Hemerotecas

“¿De verdad no viviré para ver a mis hijos casarse? ¿Para ver el World Trade Center alzarse otra vez? ¿Para leer —si no escribir— los obituarios de viejos villanos como Joseph Ratzinger o Henry Kissinger?”, se pregunta en un formato dolorosamente retórico el hombre que durante años fue el azote de figuras como Bill Clinton, Noam Chomsky o el mencionado Kissinger. (De una reseña, en El País, del texto póstumo de Ch. Hitchens, Mortalidad)

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