23 de diciembre de 2007

Pienso en...

... una moral urgente, cartesiana, y no tanto en la diferenciación o privatización de esferas (moral, ciencia, arrabales religiosos y escatológicos en general) que pone en marcha el discurso crítico y desencantador de Kant (por encima, nuy por encima, de los entusiasmos populistas ilustrados)---



La regla cartesiana (en la edición del Discours... de Gilson, Vrin, 1947) sí que contiene la incompatibilidad de libertad moral y experiencia científica: vuelta sobre esta conciencia ingenua (vamos a decirlo así) de la forma de las acciones, la conciliación crítica kantiana no podía dejar de tener un efecto disolvente. La moral será un acto de fe, aun antes que la teología, y pretender que consista en otra cosa representará, justamente, un acto de mala fe: tal como los que ejecutan las ciencias sociales---

1 comentario:

Egoficción dijo...

Podrá parecerte insuficiente, por disolutora, la propuesta de distinguir las esferas del sentido y sus gran antecedente kantiano. Pero es lo que hay... si sigues esperando de la moral algo más que unas normas estristamente individuales. ¡Una moral aunque sólo hubiese un hombre en el mundo! Una moral de este tipo no vale para nada [público] ni es desarrollable allende la dañina sujetividad.
La Ilustración como proyecto está en suspenso, y siempre lo estará. Platón tenía razón, a qué más vueltas.
Tu referencia a Descartes, supongo, es poética.