... en cada una de las sentencias podía comprometerse la vida entera---
Y no: los fragmentos de un discurso se ordenan de formas demasiado complejas, como "corresponde" a los lenguajes naturales, y no hay por qué creer que la significación del todo haya de ser participada por todos y cada uno de los elementos---
Quedan elementos insignificantes, triviales, erróneos: restos de un no-ser que no han alcanzado el lenguaje, o que no han sido alcanzados por el lenguaje---
Aparece -luego; ex post, ergo- la insania, más objetiva de lo que se dice, con la fe excesiva en la redondez del discurso---
Dándole de su misma medicina se podrá obtener la cura: al menos parece ser ésta la particular dialéctica de sospecha, denuncia y reafirmación que orienta la caída del logos clásico a lo largo de los siglos XIX y XX. Si es que la caída puede ser orientada, en algún respecto---
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