7 de abril de 2016

El cinismo se concreta en el cristianismo, ¿por qué no?

Divagando sobre la máxima de los cínicos de que la buena suerte de nuestros amigos nos vuelve descontentos, dijo Oscar Wilde... (Conan Doyle, Memorias y aventuras, p. 120)
El diablo, excelso conocedor de los hombres sabe cómo tentar al santo eremita: "Su hermano acaba de ser nombrado obispo de Alejandría". Una nube de celos ensombrece la serenidad del asceta. ¿Qué sostiene el bendito Spinoza acerca de la envidia en su inmortal Ética?

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