7 de marzo de 2013

Semántica de vuelta

La dificultad, en primera instancia, para desentrañar ciertos mensajes no excluye la posibilidad de que, finalmente, se extraiga, con mucho esfuerzo, una riqueza compleja, inesperada, contenida en palabras simples, o que a la mayoría, los normales, les parecen.

Yo me entiendo: el esfuerzo de pensar, no en ideas directas, sino con el lenguaje como un muro con el que hay que contar y que hay que saltar, aunque no sepamos el de dónde ni el hacia dónde.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Da la impresión de que fue antes el pensamiento que el lenguaje. Pero no conozco pensamiento sin lenguaje, pensamiento sin significado o significado sin pensamiento.
Lo que sí es difícil es colocar bien esa estructura del lenguaje cuando queremos compartir el pensamiento. Lo mejor, dejarse llevar aunque no vayamos a ninguna parte. Y he aquí un claro ejemplo.