Anclados en lo meramente productivo/reproductivo (con la venia), en un estado de excepción que rebasa las condiciones concretas de un espacio para adueñarse del tiempo, alienados de nuestras potencialidades más humanas en la amistad y en la familia, nos cuestionamos por el significado de estas normas agraviantes y odiosas, siempre en bien de. ¿De?
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