Olivio Quincuagento no puede evitar recordar, ni que la memoria le duela. Ser es errar, opina, y habrá quien piense, tomando las partes por el todo, que la vida es la mayor equivocación. Pero pasa que Olivio es un lógico feroz y se prohíbe inducciones abusivas. La vida es, y es verdad, dice, y es por esa gracia que debemos pagar con nuestros fallos. No estamos a la altura. ¿Cómo vamos a pretender cabalgar sobre un caballo salvaje? Ninguna escuela de doma sofística ofrece esa enseñanza.
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