Cristiano Ronaldo detuvo la historia durante unos segundos. Fue el tiempo que tardó en dar el gran salto que metió a Portugal en la final de una Eurocopa. Dicen que los hombres no vuelan, pero Cristiano niega las leyes físicas. Se mantuvo en el aire y, allí, protagonizó un testarazo para la eternidad del fútbol portugués, que necesita ganar de una vez por todas. (Marca)
Blogger me avisa de que las leyes europeas, Dios las bendiga, me obligan a que avise a mis improbables visitantes y/o lectores de que mi blog usa cookies, pero a mí su aviso, incompetencia mía, seguro, no se me pone en la cabecera
7 de julio de 2016
Hemerotecas; épicas del siglo XXI
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