(Prólogos) Cronotopos de la desesperación: la noche, el cielo y el infierno, la presencia heladora de las estrellas como signos de un mundo interior desolado. Lo doméstico se convierte en inhóspito, afectado por una meteorología hostil. ((La metáfora climática corta la raíz de lo hóspito)).
El mundo condena al dios, solo su destrucción (la del mundo) lo salvaría..
Lo suyo, en términos de conocimiento, no es la docta ignorantia cusana, esa paradójica matriz escéptica, semillero de verdades. Indocta sapientia, docta dementia: expresiones que cuadrarian mejor a la intuición vital con que quiere entregarse a un mundo que reúne frialdad y dolor en torno a un mismo centro de pasión omnivora..
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