30 de enero de 2011

Rawlsiana de café, en el cruce de Overa

(Falacia antinaturalista) Lo que vale para la Ciudad, i. e., una distribución no igualitaria de la riqueza que respeta los mínimos para la supervivencia, debería servir de ley para el mundo.

Habría belleza, en exceso, y no habría muerte. Vida y desconocimiento pleno de la nada.

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