22 de enero de 2011

Manía lingúistica, perfeccionismo maniático

Lo que me obsesiona me mantiene, aunque de vez en cuando haya que alzar el pensamiento y volar al aire y el sol. Los pequeños cafés, luz tamizada y un aparato de música a medio (mejor cuarto) volumen. Se abren las puertas y entran los clientes o es que salen a fumar/charlar.

No quiero ganar nada, desprecio rangos así (victorias lógicas), prefiero seguir hablando.

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