23 de octubre de 2009

La discrepancia ideológica nos separó

"Pato trabaja en una carnicería", Andrés Calamaro.

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... y "El hombre de la multitud" de Poe, su carga simbólica inacabada: el hombre-multitud u hombre-masa y la diabólica aunque banal maldad que hay en sus movimientos incomprensibles, histéricos, continuados y automáticos---

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Los símbolos son gratis, como casi todo lo que tiene valor. La basura y la necedad necesitan tener precio para convencer a los incautos y/o cobardes.

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