Habría que pensar que los políticos españoles no son meramente posibles, sino que muy reales.
Marchando hacia la nada... Menos mal que soy platónico y creo en la democracia...
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Y qué decir de la prensa libre! Aquí también la ontología se muestra categórica.
Pero siempre nos quedarán los ciudadanos ilustrados...
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Se preguntan los niños en las cafeterías (sí, es verdad que se lo preguntan; no como cuestión teórica, sino para manifestar que no quieren estudiar) que para qué sirve la historia. Para no repetir las mismas tonterías -pensamos nosotros, recordando a aquél de las farsas en segunda instancia (Marx).
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