“El alumno encargado de leer un artículo de la Constitución Española con la megafonía del centro dirigida a todo el alumnado que había salido al patio para ese acto, se salió del guion acordado entre todos y bajo mi supervisión añadiendo una frase por su cuenta aprovechándose de un espacio común destinado a una actividad del centro con un contenido concreto para lanzar un mensaje particular".
Tras la sanción, el joven se quedará sin disfrutar del recreo del próximo martes; primer día lectivo tras el Puente de la Constitución y de la Inmaculada. (Diario As)
Poco castigo nos parece para el crimen consistente en gritar Viva España! De todas formas, parece elogiable, por su sabia clemencia, la proporcionalidad en la sanción. Mucho más ominosa habría sido la proscripción del bocadillo. Es digna de alabanza, pues, la sindéresis mostrada en el centro educativo.
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