Adicto o adepto, en realidad nunca sé qué palabra conviene, a la lectura de/acerca de los pensadores españoles de derechas, sin que yo sea ya no pensador sino ni tan siquiera de derechas, no puedo parar en esa torpe afición, pero tampoco evitar el desánimo que viene siempre después. Algo me dice en ese espejo que uno mismo lleva la señal de su derrota.
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