Te pierde la literatura secundaria. Así como los libros que no tienes. Lees a Max Frisch y no puedes evitar irte a curiosear, por esas nubes, en lo que otros escriben sobre M. F. En particular en torno a su mixtura diaristica de autobiografía y ficción. Pero no solo: también lo que incumbe a la relación entre el viaje y una identidad recobrada a costa de la supresión de artificios y máscaras.
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Aquellos que no escribimos más que en Internet somos como radioaficionados, dice magníficamente coctelmarx.

Siempre he pensado que los que escriben exclusivamente en internet, redes, blogs, etc, no son estrictamente escritores, en el sentido preciso y social del término. Son más bien parecidos a radioaficionados.