15 de octubre de 2016

No les resultó a los conciudadanos distinguirse unos de otros, a la espera de mejores y oportunos momentos en los que pudieran dar cauce de sangre a su odio. Al alzar del vuelo de una mariposa sueca, por ensalmo o por alquimia se segregaron unos de otros. A un lado los dylanófilos, al otro los dylanófobos.

No hay comentarios: