Consiguieron implantar la desideratocracia, con gran provecho y satisfacción de los proponentes, inmunes a pavadas popperianas falsacionistas, y con plerómica ruina del mundo materia inerte e inocente de sus demiúrgicas artimañas. (No sé por qué, pero me estoy recordando a Lezama Lima. El clima, a no hesitarlo.)
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