7 de noviembre de 2012

Sostiene el juez que condena a reclusión perpetua al culpable de estar enfermo de tisis

"... existe además otro motivo que nos impide demostraros la menor clemencia, aun cuando nos sintiésemos inclinados a ello. Me refiero a la existencia de cierta clase de hombres que viven escondidos entre nosotros y que llaman médicos. Si llegase a relajarse en lo más mínimo, tanto la severidad de la ley como la presión de la opinión pública, esos individuos viciosos, que en la actualidad se ven obligados a ejercer clandestinamente, y que sólo pueden ser consultados arrostrando los mayores riesgos, llegarían a visitar con frecuencia todos los hogares; su organización y su conocimiento de todos los secretos íntimos de cada familia les otorgaría un poder, tanto social como político, al que nadie sería capaz de resistir. El cabeza de familia se convertiría en subordinado del médico de casa, quien se interpondría entre marido y mujer, entre amo y criado, hasta ver a esos doctores convertirse en los únicos dueños del poder en la nación y tener bajo su dominio todo cuanto apreciamos y queremos. Entonces entraríamos en una era de degeneración física;vendedores de drogas de toda clase llenarían nuestras calles y publicarían sus anuncios en todos nuestros periódicos." (S. Butler, Erewhon, p. 133)

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