10 de diciembre de 2009

Recta heterodoxia

Aun la paradoja, extrañamente, nos condena de cara a la pared. La razón, después de rebelarse, se tiene que asentar de nuevo.

El cinismo debelador no absuelve de la violencia -podríamos añadir. Los contratos no bastan.

(Ah!, es que leemos a Cioran, como hombres maduros que vuelven.)

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