Wat pertenecía a una generación corroída por el cinismo, el desprecio a todo lo que de sagrado tiene la vida -religión, amor, moral- y sobre todo por el «sarcasmo», como él mismo precisará. Jóvenes ofuscados, entregados «cerebralmente» y de forma «increíblemente escarnecedora, negativa y nihilista» a lo que él mismo llamaría «gamberrismo intelectual», la enfermedad de toda una época y unos actores de la Historia que se encuentran cara a cara con el desafío de distintas y nefastas filosofías. Fausto varsoviano, desde sus poses vanguardistas de los inicios, el desencanto de Wat y los que, como él, habían perdido «toda fe en la posibilidad de una futura civilización europea», haría que volvieran sus ojos con entusiasmo a la URSS «ese país en el que se podía destruir todo y a la vez volverlo a levantar».
La inteligencia de uno (es un decir; me refiero a la cosmovisión personal) la conforman las frases que escriben otros. En este caso, Mercedes Monmany, en una reseña que aparece en abcd (suplemento cultural del diario Abc) sobre un libro de Alexander Wat (Mi siglo, ed. Acantilado).
Blogger me avisa de que las leyes europeas, Dios las bendiga, me obligan a que avise a mis improbables visitantes y/o lectores de que mi blog usa cookies, pero a mí su aviso, incompetencia mía, seguro, no se me pone en la cabecera
31 de octubre de 2009
Totalmente de acuerdo
La tecnología ha dado alas a la libertad anónima de los cobardes. Es lo que se piensa al leer según qué comments a las noticias de los periódicos...
Me acuerdo del que sale a pasear por la nieve y luego no vuelve a entrar
Se quiere vivir entre los límites, dándole lo mínimo a los deseos. El sujeto que se expande en sus pensamientos consigue deshacerse por completo en ellos, por lo mismo que no encuentra ya diferencia entre su ser y sus frases. Por incidentales que sean, porque él ya no es otra cosa tampoco que el relleno de los días, el ir pasando o el ir tirando. Se quiere vivir entre los límites y para ellos, y sin embargo los límites te asfixian (a ti y a mí). No se quiere otra cosa que la vida del sirviente, pensando falazmente que la conciencia te hace a ti el amo. Porque lo tuyo es un exceso de conciencia, qué duda cabe!
***
No sé de cine (nunca supe, me di cuenta y dejé de estimar este género artístico moderno, del que solamente admiro ya las bellas imágenes, aunque se muevan), no sé si la película de Carlos Saura podrá entrar en alguna de esas listas de obras maestras… El séptimo día, en cualquier caso, constituye una representación muy amarga del cainismo humano (ni siquiera creo que meramente peninsular), que emerge como una flor venenosa allí donde las pasiones no han recibido su barniz de ilustración e hipocresía. Una amargura que se adentra en el corazón y se mantiene en él. El regusto que deja en la boca tampoco se va.
***
Calor y Mozart: La flauta mágica. Hasta que llegue la hora del fútbol…
***
No sé de cine (nunca supe, me di cuenta y dejé de estimar este género artístico moderno, del que solamente admiro ya las bellas imágenes, aunque se muevan), no sé si la película de Carlos Saura podrá entrar en alguna de esas listas de obras maestras… El séptimo día, en cualquier caso, constituye una representación muy amarga del cainismo humano (ni siquiera creo que meramente peninsular), que emerge como una flor venenosa allí donde las pasiones no han recibido su barniz de ilustración e hipocresía. Una amargura que se adentra en el corazón y se mantiene en él. El regusto que deja en la boca tampoco se va.
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Calor y Mozart: La flauta mágica. Hasta que llegue la hora del fútbol…
30 de octubre de 2009
Glissage, II
No sabes cuándo empiezas a comportarte como los verbos latinos. La ruina se va aposentando en el lugar, los gestos dejan un resto de ceniza que se acumula, las palabras van orlando el odio. Qué decir del cuerpo, de su abandono: no que nosotros lo abandonemos, sino que él mismo se hace fuerte en su ansia de degenerar muelle y sin control. El cuerpo es mi gotoso, mi rico, o se lo cree y es lo mismo. Por lo demás, ha hecho un día magnífico de sol de octubre. ¿Qué ruinas se preparan -musitamos con temblor?
***
El otro día conocí un cuento de Julio Cortázar, "La estación de la mano", incluido en La vuelta al día en 80 mundos. Vale la pena leerlo una segunda vez (la primera va de suyo) y considerar si no viene al pelo. A mí, la mano que viene, aparente extraña, a instaurar un tiempo de felicidad que rompe la rutina y que solamente es roto por ella, en cuanto las suspicacias afloran, me hace pensar en aquello que la nostalgia sabe vagamente decir: la salud, la alegría, el tiempo colmado, el amor que brota y cosas así. Pero "cosas", no. Porque el pensamiento de las cosas viene a dar fin al verbo carnal: así, la mano que acaricia es lo mismo que la palabra poética.
***
El otro día conocí un cuento de Julio Cortázar, "La estación de la mano", incluido en La vuelta al día en 80 mundos. Vale la pena leerlo una segunda vez (la primera va de suyo) y considerar si no viene al pelo. A mí, la mano que viene, aparente extraña, a instaurar un tiempo de felicidad que rompe la rutina y que solamente es roto por ella, en cuanto las suspicacias afloran, me hace pensar en aquello que la nostalgia sabe vagamente decir: la salud, la alegría, el tiempo colmado, el amor que brota y cosas así. Pero "cosas", no. Porque el pensamiento de las cosas viene a dar fin al verbo carnal: así, la mano que acaricia es lo mismo que la palabra poética.
Glissage
Rápidamente se cae en la mezquindad: colaboración, cobardía, concesión...
Una pendiente sin vuelta arriba, sin sísifos que para qué...
***
Cuando sueño soy bastante más claro en lo que pienso. Hasta tengo más claro cómo he de decirlo.
***
Naturaleza o cultura da igual. El burro se mueve a tirones, y sólo así aprende.
Una pendiente sin vuelta arriba, sin sísifos que para qué...
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Cuando sueño soy bastante más claro en lo que pienso. Hasta tengo más claro cómo he de decirlo.
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Naturaleza o cultura da igual. El burro se mueve a tirones, y sólo así aprende.
29 de octubre de 2009
Diabólico, antiplatónico y lo que haga falta
No que el mal proceda de una intención primera o voluntad previa de bien; ni de un alma en sombra que engendre sus males, o que le vengan, a partir de su búsqueda del placer; ni siquiera nos preocupa la paradoja de que el bien de la inteligencia consista en la inteligencia del bien (República, Libro VI); sino que el mismo bien produzca, como su resultado real, un mal. Eso.
Así son las conversaciones, que quieren provocar un tema que se salga de la charlatanería y sinsustancia acostumbrada (como lo supimos a raíz del Dr. Izak Borg haca ya más de diez años).
Así soy yo, sujeto inexistente, lanzando dichos que a veces me avergüenzan. Porque, ¿para qué sirve todo esto? El lenguaje, quiero escribir; la vida, no sé si atreverme a poner este nombre.
***
Hay quien piensa que el burro sólo entiende el palo. ¿De quién lo piensa?
***
No me gusta citar fragmentos del libro Pensar de V. Ferreira: porque el aforismo ferreiriano ya es como una cita en sí misma (dicho esto para bien); porque, en segundo lugar, cada cita de él requeriría un comentario nuestro; y el libro entero, un libro nuevo: Re-pensar. Diálogo con los muertos. Para qué vamos a ocuparnos de chácharas vanas!
Así son las conversaciones, que quieren provocar un tema que se salga de la charlatanería y sinsustancia acostumbrada (como lo supimos a raíz del Dr. Izak Borg haca ya más de diez años).
Así soy yo, sujeto inexistente, lanzando dichos que a veces me avergüenzan. Porque, ¿para qué sirve todo esto? El lenguaje, quiero escribir; la vida, no sé si atreverme a poner este nombre.
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Hay quien piensa que el burro sólo entiende el palo. ¿De quién lo piensa?
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No me gusta citar fragmentos del libro Pensar de V. Ferreira: porque el aforismo ferreiriano ya es como una cita en sí misma (dicho esto para bien); porque, en segundo lugar, cada cita de él requeriría un comentario nuestro; y el libro entero, un libro nuevo: Re-pensar. Diálogo con los muertos. Para qué vamos a ocuparnos de chácharas vanas!
28 de octubre de 2009
Yo sé que ...
... la conciencia moral se cobra en orgullo de dorado tintineo, aunque sea para sí misma en su isla soñada, la humildad que ha manifestado delante de los tibios. Yo sé que no me he salvar, y aun así no quiero tu confort.
... y todo vanidad
(Paseando)
"A Sebald le fascinan aquellos estrechos caminos a lo largo y ancho de una región todavía sin autopistas, un paisaje de iglesias de piedra con olmos agonizantes que fotografía tímidamente –es un hombre muy tímido- como si fueran columnas de prisioneros o de inmigrantes, como también retrata ruinas u otros vestigios condenados a desparecer. " (Ignacio Carrión, entrada del 28 de octubre)
***
"Trivial, monótono, hasta la extenuación. ¿No es esa la meta buscada? Circular, lento, expectante de los días, todos iguales. Un resquicio, una falla, un error en la maravillosa maquinaria de la Nada. El sueño reparador, los sueños diabólicos, y un atroz miedo a los amaneceres y al discurrir del tiempo. No por su propio discurrir y acabarse, en absoluto, sino por la ruidosa parafernalia que acompaña al fúnebre cortejo." (egoficcion)
"A Sebald le fascinan aquellos estrechos caminos a lo largo y ancho de una región todavía sin autopistas, un paisaje de iglesias de piedra con olmos agonizantes que fotografía tímidamente –es un hombre muy tímido- como si fueran columnas de prisioneros o de inmigrantes, como también retrata ruinas u otros vestigios condenados a desparecer. " (Ignacio Carrión, entrada del 28 de octubre)
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"Trivial, monótono, hasta la extenuación. ¿No es esa la meta buscada? Circular, lento, expectante de los días, todos iguales. Un resquicio, una falla, un error en la maravillosa maquinaria de la Nada. El sueño reparador, los sueños diabólicos, y un atroz miedo a los amaneceres y al discurrir del tiempo. No por su propio discurrir y acabarse, en absoluto, sino por la ruidosa parafernalia que acompaña al fúnebre cortejo." (egoficcion)
Espero
Que la editorial El Acantilado publique un libro malo. Yo no he visto ninguno todavía. Esto es publicidad gratuita y sincera.
Pero quería citar a V. Ferreira, Pensar (en dicha editorial), mentar el parágrafo 224, en el cual se atisba el valor propedéutico del fútbol (mejor, paidético), en esa su "geometría de pases" y de malabares. Demasiado Platón y demasiada sinrazón.
Pero quería citar a V. Ferreira, Pensar (en dicha editorial), mentar el parágrafo 224, en el cual se atisba el valor propedéutico del fútbol (mejor, paidético), en esa su "geometría de pases" y de malabares. Demasiado Platón y demasiada sinrazón.
Conciencia
Esta criada voluble y terriblemente venal existe, sin embargo, y carga en cuenta (en la nuestra personal): cobra la forma de una inteligencia trágica y permanente de los errores cometidos, más que la de una culpa sobrevenida a raíz del pecado. Somos contables modernos, por Dios!, discípulos de Franklin y del albañil, no creyentes medievales.
Existe también nuestra conciencia como un no cada vez más precario a los planes promisorios y de bonanza universal educativa. Si digo sí, tú me pagas. Nos entendemos, ¿verdad? Pues no, por ahora no hace falta que me pagues. Prefiero seguir con mi estupidez honrada y pobre.
Que no se olvide: está igualmente la obligación de callar delante de quien te cuenta algo demasiado grande. Él o ella tiene la experiencia (en el límite), y tú solamente cuentas con las letras expedidas (perdón, escritas) por otros. Mejor callar.
Existe también nuestra conciencia como un no cada vez más precario a los planes promisorios y de bonanza universal educativa. Si digo sí, tú me pagas. Nos entendemos, ¿verdad? Pues no, por ahora no hace falta que me pagues. Prefiero seguir con mi estupidez honrada y pobre.
Que no se olvide: está igualmente la obligación de callar delante de quien te cuenta algo demasiado grande. Él o ella tiene la experiencia (en el límite), y tú solamente cuentas con las letras expedidas (perdón, escritas) por otros. Mejor callar.
27 de octubre de 2009
Fuera
Fuera de ahí. Nada de lo anterior vale. Apártalo de mí, aléjalo de tu cabeza. ¿Quién quiere silogismos sobre un sentimiento amargo? Eso es lo mismo que redundar en lo sabido, refrendar las convenciones de diario: cosa política y de mantenencia. Yo quería escribir acerca de la abominación de las páginas felices, multiplicadas en los estantes de las librerías urbanas. De tanta falsedad, quise quejarme. Pero pasa también que yo soy un crítico recóndito y ese tipo de cosas, de lejanas que son, no me tienen que importar.
***
Strindberg, visitante de cementerios a diario, abandona por un momento su dedicación a la alquimia y la flora (según la magia) y estampa esta frase: "Es un niño de antes de mudar los dientes, esas perlas sin otra utilidad visible que la de iluminar la risa." (Inferno).
Semejante transmutación de los objetos (el poeta contempla el rostro en relieve de una lápida), con la mínima máquina de unas pocas palabras, le corresponde al genio capaz de aventar la basura intelectual, creo yo. El hallazgo verbal no tiene que ver con la novedad de la metáfora, naturalmente, sino con su prolongación, pues parece que nos estemos preguntando cuál puede ser la finalidad de la belleza, y con el contraste que establece con aquello que la ha motivado (una tumba, un dolor sin medida), aquello mismo que hace dudar seriamente de cualquier concepto de finalidad.
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Strindberg, visitante de cementerios a diario, abandona por un momento su dedicación a la alquimia y la flora (según la magia) y estampa esta frase: "Es un niño de antes de mudar los dientes, esas perlas sin otra utilidad visible que la de iluminar la risa." (Inferno).
Semejante transmutación de los objetos (el poeta contempla el rostro en relieve de una lápida), con la mínima máquina de unas pocas palabras, le corresponde al genio capaz de aventar la basura intelectual, creo yo. El hallazgo verbal no tiene que ver con la novedad de la metáfora, naturalmente, sino con su prolongación, pues parece que nos estemos preguntando cuál puede ser la finalidad de la belleza, y con el contraste que establece con aquello que la ha motivado (una tumba, un dolor sin medida), aquello mismo que hace dudar seriamente de cualquier concepto de finalidad.
Sintomática mente (sobre la mediación lingüística)
Quien escribe, echa a suertes.
***
Igual que un mal alumno: el ser humano con respecto al mundo. Sabe lo que es. Sin embargo, en ese mismo momento le faltan las palabras adecuadas para expresarlo.
***
Los perros no quieren los huesos que lamen otros. Esto... ¿es de Heráclito o es de la vida?
***
Igual que un mal alumno: el ser humano con respecto al mundo. Sabe lo que es. Sin embargo, en ese mismo momento le faltan las palabras adecuadas para expresarlo.
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Los perros no quieren los huesos que lamen otros. Esto... ¿es de Heráclito o es de la vida?
26 de octubre de 2009
... et voilá...
No hay (casi) nada que un desmemoriado con paciencia no consiga. Aquí (y el resto del reportaje de El Magazine.)
Dar a pensar
Heinrich Himmler y Marcial Lalanda en una corrida de toros en 1940.
Pero no consigo encontrar en Internet la foto, que aparece en un suplemento dominical de ayer 25 de octubre y que me ha llamado muchísimo la atención por la cantidad de asociaciones mentales que permite, del diestro español, de luces y pequeñito al lado del Reichsführer de las SS. Está la foto del jerarca en el palco, pero no es esa la que yo busco.
Pero no consigo encontrar en Internet la foto, que aparece en un suplemento dominical de ayer 25 de octubre y que me ha llamado muchísimo la atención por la cantidad de asociaciones mentales que permite, del diestro español, de luces y pequeñito al lado del Reichsführer de las SS. Está la foto del jerarca en el palco, pero no es esa la que yo busco.
Apodíctico
El que tiene talento, ¿por qué habrá de escribir? Si tuviera ese don divino, si el espíritu hubiera soplado en él hasta inflarlo, de manera que el recipiente ya no se distinguiera de su inspiración, no se ve cuál podría ser la ganancia de malgastar el tiempo en contar el tiempo. (Escribir es como desgranar el reloj de arena, para saber finalmente que la cantidad es la que había. Parca ganancia.)
...
Entonces: creo yo que el que de veras fuera feliz, y para qué otra cosa le iba a servir el talento sino para arbitrar los medios de conducir rectamente su vida hacia la satisfacción de sus objetivos, de manera que el talento habría de ser como un índice del valor total de la persona, ese afortunado y raro no encontraría el motivo para exponerse a la escritura.
...
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Entonces: creo yo que el que de veras fuera feliz, y para qué otra cosa le iba a servir el talento sino para arbitrar los medios de conducir rectamente su vida hacia la satisfacción de sus objetivos, de manera que el talento habría de ser como un índice del valor total de la persona, ese afortunado y raro no encontraría el motivo para exponerse a la escritura.
...
Hipocondría
Reina ritornante...
¿Qué sería de la infelicidad sin tu presencia amorosa?
***
Será cosa del tiempo...
***
La lucidez de Strindberg... hasta que le da por las fantasías químicas y botánicas. La manía de correlacionar todo con todo, de trazar analogías, simpatías y similares. Foucaultianamente, esa manera de pensar corresponde a una época que precede a la era de la razón, en la que nos encontramos (¿todavía?); y no se puede excluir que correspondiera también a una forma de psicopatología social a la que con demasiada rapidez denominamos enfermedad religiosa, o superstición, o fanatismo...
***
No conoce mejor máscara el desesperado que la de ser frívolo (o sea, que los demás lo crean así); el prosista que la de lanzar frases cursis.
***
Pero, ¿quién sabe... ?
Será cosa del tiempo.
***
Pienso en que quiero pasar la mano por delante de los ojos. Pienso que hago el gesto, o puede que lo haga de verdad. ¿De qué se despeja la mirada? No de lo que tienes delante, sino de lo que tienes detrás, en tu pasado. El gesto de apartar es el gesto de huir, imposible realmente porque no se puede borrar lo que ya no es. Quizás no fue nunca y todo lo haya escrito la vergüenza.
***
A propósito...
***
Los años se conoce que empiezan cuando vuelve el tiempo de Lord Ch. Esto es, torpeza y zumbidos.
¿Qué sería de la infelicidad sin tu presencia amorosa?
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Será cosa del tiempo...
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La lucidez de Strindberg... hasta que le da por las fantasías químicas y botánicas. La manía de correlacionar todo con todo, de trazar analogías, simpatías y similares. Foucaultianamente, esa manera de pensar corresponde a una época que precede a la era de la razón, en la que nos encontramos (¿todavía?); y no se puede excluir que correspondiera también a una forma de psicopatología social a la que con demasiada rapidez denominamos enfermedad religiosa, o superstición, o fanatismo...
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No conoce mejor máscara el desesperado que la de ser frívolo (o sea, que los demás lo crean así); el prosista que la de lanzar frases cursis.
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Pero, ¿quién sabe... ?
Será cosa del tiempo.
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Pienso en que quiero pasar la mano por delante de los ojos. Pienso que hago el gesto, o puede que lo haga de verdad. ¿De qué se despeja la mirada? No de lo que tienes delante, sino de lo que tienes detrás, en tu pasado. El gesto de apartar es el gesto de huir, imposible realmente porque no se puede borrar lo que ya no es. Quizás no fue nunca y todo lo haya escrito la vergüenza.
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A propósito...
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Los años se conoce que empiezan cuando vuelve el tiempo de Lord Ch. Esto es, torpeza y zumbidos.
25 de octubre de 2009
Apercibimiento
La idea de ganar o recuperar la joie de vivre a través de los textos de A. Strindberg no tendría que considerarse muy afortunada. Tanto más seductora, por lo mismo.
Tras el espejo
Detecto en mí una creciente tendencia a confundirme, a proyectar (no me atrevo a escribir mentir; soy sustancialmente veraz) recuerdos de hechos que no son exactamente así. Como esta, voy a llamarla propensión, como esta situación que me preocupa se acompaña, por otra parte, de una claridad paralela sobre otros asuntos, tendré que achacarlo a la edad y la experiencia, que van cribando cosas y poniéndolas a derecha e izquierda. Metáfora del camino.
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(Hasta en las confesiones, tengo que manifestarlo, incluso en esto que acabo de escribir anteriormente, me viene la duda de si realmente es como yo digo.)
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(Hasta en las confesiones, tengo que manifestarlo, incluso en esto que acabo de escribir anteriormente, me viene la duda de si realmente es como yo digo.)
Mística y crimen
I. Sobre los peligros del cartesianismo pasado por las aguas rusas. Se le ocurre a uno pensarlo (o no lo piensa, más bien aparece como una flecha vaga que atraviesa por un instante el paisaje) en ese epistolario de la locura que podría ser el relato "Un pensamiento" de L. Andreiev. Lejos de autoavalarse, tal quería en épocas de matanza religiosa el feo francés, el cógito no produce más que escisiones, máscaras sucesivas o simultáneas, dudas crecientes e impulsos de aniquilación. La razón está para que la encierren. O para anticiparse ella a encerrar.
II. Ni mística ni crimen. En Pensar de V. Ferreira: también la división del yo en tiempos que se remiten unos a otros y que, no obstante, no se quedan tranquilos en el presente que les toca. Escribe un anciano, podría anticiparse a decirlo un joven, los hombres maduros ni te cuento. Pensamos, en efecto, que eso le ocurre al tiempo, irse de un sitio a otro, de una experiencia a otra distinta, vacar entre países y lenguas. Sobre esto último, sobre el lenguaje: porque si los tiempos del verbo y de la vida no se fijan en una sustancia aprehensible y domeñable, la ratio última reside en que el verbo será siempre otra cosa de lo que tiene enfrente, de lo que es. Siempre insuficiente, el verbo.
II. Ni mística ni crimen. En Pensar de V. Ferreira: también la división del yo en tiempos que se remiten unos a otros y que, no obstante, no se quedan tranquilos en el presente que les toca. Escribe un anciano, podría anticiparse a decirlo un joven, los hombres maduros ni te cuento. Pensamos, en efecto, que eso le ocurre al tiempo, irse de un sitio a otro, de una experiencia a otra distinta, vacar entre países y lenguas. Sobre esto último, sobre el lenguaje: porque si los tiempos del verbo y de la vida no se fijan en una sustancia aprehensible y domeñable, la ratio última reside en que el verbo será siempre otra cosa de lo que tiene enfrente, de lo que es. Siempre insuficiente, el verbo.
24 de octubre de 2009
Al hilo de lo que se dice ...
... en la calle, en conversaciones incidentales: evitar, cual si de pestífero miasma se tratase, las conversaciones de rectoría, o lo que son aquí los chismes de población mediana. Se prefiere la vida enteca de la verdad solipsista, en vez de la tontería nutritiva de la que todos comen. Para eso ya está la tv.
Convencido
Parco en el escribir, alegre en el pensar. Olvidadizo, en síntesis de un modelo personal posible---
Un lenguaje sin sujeto, de fiesta sin motivos.
Dejar caer la frase, envuelta en tinieblas blancas.
Sintaxis: la muerte del lenguaje, al pronunciar antes de tiempo su esqueleto (descarnado ergo exánime).
Un lenguaje sin sujeto, de fiesta sin motivos.
Dejar caer la frase, envuelta en tinieblas blancas.
Sintaxis: la muerte del lenguaje, al pronunciar antes de tiempo su esqueleto (descarnado ergo exánime).
En efecto
Aprender a valorarnos en la misma medida en la que el mundo se nos va haciendo cada vez más extraño y nosotros más pequeños. Amarnos tibiamente (la vida nuestra delante del espejo incompasivo), para sortear las horas.
23 de octubre de 2009
Una duda
¿Cómo se disculpa uno con una persona, una buena persona, a la que ha fastidiado hace más de 25 años? Fastidiar, no hacer un mal mayor. Pero a veces se hace daño con pequeñas cosas. Y cuando se contribuye a provocar lágrimas, eso ya es irreparable. MCCR, creo que son las iniciales. Mi disculpa es mi conciencia, mucho tiempo después y al hilo de una conversación familiar. Lo siento.
No escarmentamos
Expuestos al historicismo de campanario, al juego recreativo del campo y albanza de aldea por parte de los descreídos demicortesanos de ciudad, tan desagradecidos con el confort.
El campo me parece más dudoso---
Esto quizás (sí, quizás sí: el rezo y la pobreza), y no el resabio völkisch---
El campo me parece más dudoso---
Esto quizás (sí, quizás sí: el rezo y la pobreza), y no el resabio völkisch---
La discrepancia ideológica nos separó
"Pato trabaja en una carnicería", Andrés Calamaro.
***
... y "El hombre de la multitud" de Poe, su carga simbólica inacabada: el hombre-multitud u hombre-masa y la diabólica aunque banal maldad que hay en sus movimientos incomprensibles, histéricos, continuados y automáticos---
***
Los símbolos son gratis, como casi todo lo que tiene valor. La basura y la necedad necesitan tener precio para convencer a los incautos y/o cobardes.
***
... y "El hombre de la multitud" de Poe, su carga simbólica inacabada: el hombre-multitud u hombre-masa y la diabólica aunque banal maldad que hay en sus movimientos incomprensibles, histéricos, continuados y automáticos---
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Los símbolos son gratis, como casi todo lo que tiene valor. La basura y la necedad necesitan tener precio para convencer a los incautos y/o cobardes.
22 de octubre de 2009
William Wilson
Pero la casa! ¡Qué extraño era aquel viejo edificio! Y para mí, ¡qué palacio encantado! Realmente sus recovecos eran infinitos, así como sus incomprensibles subdivisiones. En cualquier momento resultaba difícil afirmar con seguridad en cuál de sus dos pisos nos hallábamos.
Entre un cuarto y otro siempre había tres o cuatro escalones que subían o bajaban. Además, las alas laterales eran innumerables -inconcebibles- y volvían de tal modo sobre sí mismas que nuestras ideas más exactas con respecto a la casa en sí, no diferían demasiado de las que teníamos sobre el infinito. Durante los cinco años de mi residencia, nunca pude cerciorarme con precisión de en qué remoto lugar estaban situados los pequeños dormitorios que nos habían asignado a mí y a otros dieciocho o veinte alumnos. (E. A. Poe)
La casa del lenguaje. Las habitaciones, las palabras. El infinito o lo indeterminado, nuestra relación en él, hacia ellas (lo que dentro del lenguaje vivimos, lo que hacia sus palabras elementales sentimos).
Ps. Es hermoso que alguien que no conoces te hable de libros y te abra ojos nuevos.
Entre un cuarto y otro siempre había tres o cuatro escalones que subían o bajaban. Además, las alas laterales eran innumerables -inconcebibles- y volvían de tal modo sobre sí mismas que nuestras ideas más exactas con respecto a la casa en sí, no diferían demasiado de las que teníamos sobre el infinito. Durante los cinco años de mi residencia, nunca pude cerciorarme con precisión de en qué remoto lugar estaban situados los pequeños dormitorios que nos habían asignado a mí y a otros dieciocho o veinte alumnos. (E. A. Poe)
La casa del lenguaje. Las habitaciones, las palabras. El infinito o lo indeterminado, nuestra relación en él, hacia ellas (lo que dentro del lenguaje vivimos, lo que hacia sus palabras elementales sentimos).
Ps. Es hermoso que alguien que no conoces te hable de libros y te abra ojos nuevos.
Somos platónicos
Estimamos que la tiranía representa el régimen más infame de la polis, el que viene a continuación de la era de la opinión pública.
***
Leyendo "El hombre de la multitud" de E. A. Poe.
***
Leyendo "El hombre de la multitud" de E. A. Poe.
Hay libros para cada época...
Y algunos ahora nos dejan fríos...
***
¿... y una prensa eterna?
Y es que no tengo yo tan claro cuáles son los criterios de fiabilidad y verdad de la prensa escrita.
Yo tampoco, y en España menos.
***
¿... y una prensa eterna?
Y es que no tengo yo tan claro cuáles son los criterios de fiabilidad y verdad de la prensa escrita.
Yo tampoco, y en España menos.
De ontología humana
Están los idiotas religiosos y los idiotas laicistas (herederos, ¿lo saben?, de la estúpida religión del terror del dieciocho postrimero).
Y también están los idiotas absolutos, participantes o videntes de los reality shows nipones.
Todos ellos son útiles, incluso para sí mismos (pues no habrán de enfermar por exceso de conciencia y sentimiento de culpa consiguiente).
Y también están los idiotas absolutos, participantes o videntes de los reality shows nipones.
Todos ellos son útiles, incluso para sí mismos (pues no habrán de enfermar por exceso de conciencia y sentimiento de culpa consiguiente).
21 de octubre de 2009
Horas fragmentadas
Nuestras horas son minutos, relojes rotos, el impresionismo muestra* la verdad contemporánea del tiempo---
*Exhibe, representa, describe, etc.
Prejuicios
Reconocerlos, sacarlos a la luz como existentes. Sin cerrarnos por culpa de ellos, pero sin la pretensión angélica de una pureza mental que solamente conviene a los hipócritas.
Gracias a Intenet
Gracias a la red los alumnos pueden descubrir mi ignorancia. Me gusta. Lo preocupante sería que me quedara ahí, que no intentara poner remedio.
20 de octubre de 2009
Remedios
Habrá quien considere que el desprecio hacia la quinta clase debe culminar en su completo olvido (que nos olvidemos nosotros de ella, quiero escribir). Habremos perdido la batalla; mas no la guerra de la razón, la que nadie libra porque ya ha muerto.
Bochorno
Una vergüenza más que propia al leer las páginas que dedica Nietzsche al "porvenir de nuestras escuelas": de nosotros los profesores, de los alumnos, de la humanidad.
Autoconciencia
Havelock, Snell, Andreiev. El trabajo (o lo que sea). El temor (por no decir la seguridad) de ser un estudiante que no llegará nunca a nada, he will not take his degree. Como si hubiera un sitio al que llegar!
A raíz de una narración de L. Andreiev
El paratexto de Un pensamiento (editado por El Olivo azul junto con Los siete ahorcados, alegato contra la pena capital) nos lleva a E. A. Poe ("La caída de la casa Usher") y, naturalmente, a volver a "El hombre de la multitud" (Cuentos, I, Alianza, trad. de J. Cortázar). Me pregunto si habría que retornar al sótano de F. D.
19 de octubre de 2009
Desorden
Snell, Havelock, Nietzsche, los blogs, los periódicos (aunque de esto muy poco)... Bueno, y Whitman y Chesterton. Caos, que es el mundo boquiabierto y oscuro, rezan los etimólogos o filólogos (no sé exactamente cuáles de ellos). Un mundo de letras, un mundo de nadas y nadies. Anómico e impolítico hasta las entrañas. El cielo, nublado. El tiempo, ha cambiado.
Voilá
Reproduzco:
Una cuestión final: ¿Qué era en realidad para Kojève el fin de la historia? A mi modo de ver, el fin de la teología, el fin de la relación entre el hombre y la divinidad. Podría alegarse que el fin de la teología es lo que permite la relación del hombre con la sabiduría. Sí, así es. La relación con la sabiduría ha sustituido a la relación con Dios. Por eso tenemos cultura general donde antes teníamos catecismos.
Se deduce la maldad del filósofo (¿solamente de Kojève?), dispuesto a servir a la historia sagrada o a la historia humana (anescatológica).
Ítem más:
Una de las leyendas más conocidas de la filosofía cuenta que Hegel, Schelling y Hölderlin, que compartían inquietudes revolucionarias en un internado situado a las afueras de Tubinga, se escabulleron de sus habitaciones en camisón y gorro de dormir la noche del 14 de julio de 1793. Una vez en campo abierto, levantaron en un altozano un “árbol de la libertad” en memoria de la Revolución Francesa y bailaron a su alrededor canciones revolucionarias prohibidas en Alemania, como la “Carmagnola” y “La Marsellesa”. Una versión añade que habían escrito en sus camisones “Viva Jean-Jacques”.
Estaban todos, toda la mugre de la historia (moderna, diría el reaccionario disolvente que va con nosotros). Con sed de sangre y el concepto-cuchillo a punto.
***
Asimismo, vía el mismo blog de G. Luri, una andanada. Y en el texto, esta perla:
Es difícil concebir que una cosa parecida suceda en la actualidad. Corren otros tiempos. Nuestros estudiantes son muy diferentes a aquellos jóvenes airados, hijos de emigrantes judíos en su mayoría. La conciencia de progresar, de salir adelante, es hoy un espejismo. Pero no me lamento por ello y tampoco culpo a los alumnos de ahora. Al fin y al cabo, son meros productos educativos, cobayas, durante décadas, de experimentos pedagógicos muchísimo más efectivos que los del Sistema de Gary. No, ellos son los únicos perdedores en este siniestro juego.
Se pone uno en lo peor: que no sólo no se tiene la ambición del judío, en general, sino que, en particular, uno estaría dispuesto a perseguirlo (en particular).
Una cuestión final: ¿Qué era en realidad para Kojève el fin de la historia? A mi modo de ver, el fin de la teología, el fin de la relación entre el hombre y la divinidad. Podría alegarse que el fin de la teología es lo que permite la relación del hombre con la sabiduría. Sí, así es. La relación con la sabiduría ha sustituido a la relación con Dios. Por eso tenemos cultura general donde antes teníamos catecismos.
Se deduce la maldad del filósofo (¿solamente de Kojève?), dispuesto a servir a la historia sagrada o a la historia humana (anescatológica).
Ítem más:
Una de las leyendas más conocidas de la filosofía cuenta que Hegel, Schelling y Hölderlin, que compartían inquietudes revolucionarias en un internado situado a las afueras de Tubinga, se escabulleron de sus habitaciones en camisón y gorro de dormir la noche del 14 de julio de 1793. Una vez en campo abierto, levantaron en un altozano un “árbol de la libertad” en memoria de la Revolución Francesa y bailaron a su alrededor canciones revolucionarias prohibidas en Alemania, como la “Carmagnola” y “La Marsellesa”. Una versión añade que habían escrito en sus camisones “Viva Jean-Jacques”.
Estaban todos, toda la mugre de la historia (moderna, diría el reaccionario disolvente que va con nosotros). Con sed de sangre y el concepto-cuchillo a punto.
***
Asimismo, vía el mismo blog de G. Luri, una andanada. Y en el texto, esta perla:
Es difícil concebir que una cosa parecida suceda en la actualidad. Corren otros tiempos. Nuestros estudiantes son muy diferentes a aquellos jóvenes airados, hijos de emigrantes judíos en su mayoría. La conciencia de progresar, de salir adelante, es hoy un espejismo. Pero no me lamento por ello y tampoco culpo a los alumnos de ahora. Al fin y al cabo, son meros productos educativos, cobayas, durante décadas, de experimentos pedagógicos muchísimo más efectivos que los del Sistema de Gary. No, ellos son los únicos perdedores en este siniestro juego.
Se pone uno en lo peor: que no sólo no se tiene la ambición del judío, en general, sino que, en particular, uno estaría dispuesto a perseguirlo (en particular).
18 de octubre de 2009
Cualquiera
Se puede encontrar el punto de sensatez. Cualquiera puede. Así que no vale la pena el curso de acción a), pero no podrás negarme que pasa exactamente lo mismo con el curso de acción b). Aunque, ¿quién tiene la autoridad para dar consejos? De todos modos, sea así: la sensatez consiste en la inacción, en mantenerse.
Declive
"Piense en lo inútil que debe resultar hoy el trabajo más asiduo de un profesor, que por ejemplo desee conducir a un escolar hasta el mundo griego -difícil de alcanzar e infinitamente lejano- por considerarlo como la auténtica patria de la cultura: todo eso será verdaderamente inútil, cuando el mismo escolar una hora después coja un periódico o una novela de moda, o uno de esos libros cultos cuyo estilo lleva ya en sí el desagradable blasón de la barbarie cultural actual." (Nietzsche, Sobre el porvenir de nuestras instituciones educativas, 1ª conferencia)
Explicaciones encontradas
Reproduzco:
Huimos de la felicidad, de la dicha, porque en el hombre es indisoluble de la tristeza por lo efímero. Es el pecado griego, de algunos griegos al menos; lo que no es absolutamente (y no importa no entender tan visceral concepto) no es en absoluto. El pavor al dolor sin remedio ni fin nos hace mediocres y mezquinos... ¡hasta que terminamos aficionándonos a la ruindad y la llamamos seriedad, moralidad, y demás sapos conformadores! ¡Engreídos y ciegos hasta el fin! De derrota en derrota hasta la victoria, queremos convencernos, cuando la verdad es la inversa; cada triunfo nos acerca a la derrota final.
Somos -y digo somos por descortesía- el ser que contempla su suicidio. Sólo en la agonía, en el naufragio, en la autoinmolación, alcanzamos cierta plenitud y sentimiento de lo auténtico.
No se trata de ajustar cuentas con la Historia ni con Dios, sino de expurgar la propia alma de toda su ornamental tramoya conformista (y conformadora; aunque sí, sé que es imposible y que nuestra más elevada posibilidad es la de insuflar nuevas mentiras, una tras otra hasta creerlas por agotamiento). Activamente mudos, serenamente tristes, lúcidos en la oscuridad... alejados de ese museo de cera que son las buenas intenciones y su preceptiva metafísica.
Somos la impotente excepción a la universal regla del silencio y la nada. Somos la única forma dañina del vacío. Somos la imagen invertida de nuestro arrojado espejo. Somos, si es que pretendemos alcanzar algún estatuto metafisico, el error más garrafal que la eternidad se ha consentido. La prueba viviente (prueba ante tribunal ninguno) de que nada tiene ningún sentido. ¿Qué más demostración que reconocer que si hubiese sentido éste sería más absurdo que la nada y el sinsentido?
Es dar vueltas y más vueltas sobre lo mismo, que no sé qué es. Sé que no avanzo incluso cuando consigo convencerme de lo contrario y cuando la dicha me inunda.
Huimos de la felicidad, de la dicha, porque en el hombre es indisoluble de la tristeza por lo efímero. Es el pecado griego, de algunos griegos al menos; lo que no es absolutamente (y no importa no entender tan visceral concepto) no es en absoluto. El pavor al dolor sin remedio ni fin nos hace mediocres y mezquinos... ¡hasta que terminamos aficionándonos a la ruindad y la llamamos seriedad, moralidad, y demás sapos conformadores! ¡Engreídos y ciegos hasta el fin! De derrota en derrota hasta la victoria, queremos convencernos, cuando la verdad es la inversa; cada triunfo nos acerca a la derrota final.
Somos -y digo somos por descortesía- el ser que contempla su suicidio. Sólo en la agonía, en el naufragio, en la autoinmolación, alcanzamos cierta plenitud y sentimiento de lo auténtico.
No se trata de ajustar cuentas con la Historia ni con Dios, sino de expurgar la propia alma de toda su ornamental tramoya conformista (y conformadora; aunque sí, sé que es imposible y que nuestra más elevada posibilidad es la de insuflar nuevas mentiras, una tras otra hasta creerlas por agotamiento). Activamente mudos, serenamente tristes, lúcidos en la oscuridad... alejados de ese museo de cera que son las buenas intenciones y su preceptiva metafísica.
Somos la impotente excepción a la universal regla del silencio y la nada. Somos la única forma dañina del vacío. Somos la imagen invertida de nuestro arrojado espejo. Somos, si es que pretendemos alcanzar algún estatuto metafisico, el error más garrafal que la eternidad se ha consentido. La prueba viviente (prueba ante tribunal ninguno) de que nada tiene ningún sentido. ¿Qué más demostración que reconocer que si hubiese sentido éste sería más absurdo que la nada y el sinsentido?
Es dar vueltas y más vueltas sobre lo mismo, que no sé qué es. Sé que no avanzo incluso cuando consigo convencerme de lo contrario y cuando la dicha me inunda.
Objetos encontrados
Un paraguas sobre una mesa de disección: no se nombra, denota, describe, etc. al objeto surreal, que no es más que el objeto en general en su extrañeza; se nombra, denota, describe, etc. al sujeto que ha pasado por la quirurgia analítica, tal y como se practica sin concesiones compasivas, en los momentos de mayor lucidez. El desinterés epistemológico, aplicado sobre el propio sujeto existente, aboca sin remedio, creo yo, a esa reducción mecánica y mostrenca (?) de la vida y sus supuestos brillos.
Ps. Que la memorie tergiverse no tendría que amargarnos.
Ps. Que la memorie tergiverse no tendría que amargarnos.
17 de octubre de 2009
Pues sí, una deuda
El porvenir de nuestras escuelas.
Texto que, en efecto y por lo que llevo leído, es extraordinario. (También como plasmación narrativo-argumentativa del döppelganger, y en un escenario forestal idílico.)
Texto que, en efecto y por lo que llevo leído, es extraordinario. (También como plasmación narrativo-argumentativa del döppelganger, y en un escenario forestal idílico.)
Ex abrupto
La lectura de textos de la religión del progreso… nos vuelve urgentemente reaccionarios, si no queremos enfermar de idiotez ya mismo…
Ser y nada
1
&
2
***
... y pienso que lo que viene a continuación (un excelente apunte aforístico, o cuasi-aforístico) tendría que desarrollarse, expandirse, concretarse, etc., etc., para no darle pie a las intuiciones vagas del lector posible, menesteroso casi siempre de aclaraciones:
La eternidad es un subterfugio para olvidar el tiempo. Un no ser poco exigente que huye del ser. Es un desvarío necesario e inevitable, pero ¿cómo ha sido posible?
El más patético de los seres es quien más mezquinamente ha derrochado seriedad. Tacañería moral. Andar erguidos fue una catástrofe ontoteológica de inacabables consecuencias éticas.
Orgullo, humildad. Juegos del alma y de la Historia. Dios, Nada. El hombre es la forma más evolucionada del reptil.
Es posible un alma sin memoria de lo Absoluto, desprendida para siempre de lo eterno. Pero no s posible un alma sin nostalgia. Nostalgia de la tierra antes del hombre. Nostalgia de sí misma en su inmediatez y soledad.
&
2
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... y pienso que lo que viene a continuación (un excelente apunte aforístico, o cuasi-aforístico) tendría que desarrollarse, expandirse, concretarse, etc., etc., para no darle pie a las intuiciones vagas del lector posible, menesteroso casi siempre de aclaraciones:
La eternidad es un subterfugio para olvidar el tiempo. Un no ser poco exigente que huye del ser. Es un desvarío necesario e inevitable, pero ¿cómo ha sido posible?
El más patético de los seres es quien más mezquinamente ha derrochado seriedad. Tacañería moral. Andar erguidos fue una catástrofe ontoteológica de inacabables consecuencias éticas.
Orgullo, humildad. Juegos del alma y de la Historia. Dios, Nada. El hombre es la forma más evolucionada del reptil.
Es posible un alma sin memoria de lo Absoluto, desprendida para siempre de lo eterno. Pero no s posible un alma sin nostalgia. Nostalgia de la tierra antes del hombre. Nostalgia de sí misma en su inmediatez y soledad.
¿Radicalescepticismo?
Al hilo de muchas cosas, y también del post anterior:
A veces uno pregunta y no sabe muy bien por qué, qué es lo que le ha llevado a ese camino: a abrir interrogaciones que no se sabe si se podrán cerrar; si no constituyen, a lo peor, señales de una ingenuidad extrema que se cuestiona lo evidente. Sucede, sin embargo, que con esta duda misma que nos sobreviene al instante acerca de la oportunidad de nuestras preguntas, está dada al mismo tiempo la posibilidad fundamental de ellas. Puesto que una duda contiene una pregunta o en ella se basa. Así que no deberemos temer alargar las preguntas o vivir en ellas; que siempre tendrá esa vida un mayor interés que las respuestas-dogmas provisionales que podamos dar, y que invitan de inmediato a tomar la piqueta.
A veces uno pregunta y no sabe muy bien por qué, qué es lo que le ha llevado a ese camino: a abrir interrogaciones que no se sabe si se podrán cerrar; si no constituyen, a lo peor, señales de una ingenuidad extrema que se cuestiona lo evidente. Sucede, sin embargo, que con esta duda misma que nos sobreviene al instante acerca de la oportunidad de nuestras preguntas, está dada al mismo tiempo la posibilidad fundamental de ellas. Puesto que una duda contiene una pregunta o en ella se basa. Así que no deberemos temer alargar las preguntas o vivir en ellas; que siempre tendrá esa vida un mayor interés que las respuestas-dogmas provisionales que podamos dar, y que invitan de inmediato a tomar la piqueta.
¿Wittgenstein? ¿Kant?
"Él es el respondedor
Responde lo que se puede responder y muestra por qué no puede ser respondido lo que no se puede responder"
(Walt Whitman, "Canto del respondedor", en Hojas de hierba, trad. de Francisco Alexander).
Me pregunto si habrá alguna relación entre el carácter abierto, y no obstante sujeto a límites, de los gobiernos democráticos (por lo menos en la idea explícita), por una parte, y la cancelación de absolutos epistemológicos, por otro. No como cuestión abstracta o apriorística, sino como posible realidad sociohistórica.
Responde lo que se puede responder y muestra por qué no puede ser respondido lo que no se puede responder"
(Walt Whitman, "Canto del respondedor", en Hojas de hierba, trad. de Francisco Alexander).
Me pregunto si habrá alguna relación entre el carácter abierto, y no obstante sujeto a límites, de los gobiernos democráticos (por lo menos en la idea explícita), por una parte, y la cancelación de absolutos epistemológicos, por otro. No como cuestión abstracta o apriorística, sino como posible realidad sociohistórica.
16 de octubre de 2009
Infinito el número
La inteligencia es limitada, decía Einstein, la estulticia no.
¿Quién es uno, apenas parte colindante de la hipotenusa, aquí en el valle, para corregir al Cosmólogo Central?
¿Quién es uno, apenas parte colindante de la hipotenusa, aquí en el valle, para corregir al Cosmólogo Central?
En la línea de flotación de la praxis ilustrada democrática
Platonizando en un sentido que no era el esperable:
Que es que el ateniense habría opinado diferente del don de la ebriedad (matemática de los banquetes) si hubiera conocido sus efectos canallas en el tercer estado, en sitios públicos.
Que es que el ateniense habría opinado diferente del don de la ebriedad (matemática de los banquetes) si hubiera conocido sus efectos canallas en el tercer estado, en sitios públicos.
Espejos
Ignacio Carrión citando a Robert Walser (al que yo nombré hace poco porque había leído el post de I. C.):
14/10/2009 (18:02) Robert Walser
"A menudo nos aprecian cuando creemos que nos están censurando (...) Soy feliz cuando siembro el descontento (... ) Mientras se reponen los enfermos, enferman los sanos (...) Fuerte se mantiene quien no se considera como tal". Robert Walser, Microgramas (vol I)
14/10/2009 (18:02) Robert Walser
"A menudo nos aprecian cuando creemos que nos están censurando (...) Soy feliz cuando siembro el descontento (... ) Mientras se reponen los enfermos, enferman los sanos (...) Fuerte se mantiene quien no se considera como tal". Robert Walser, Microgramas (vol I)
Diáléctica, podríamos decir.
***
Antonio Vega (en Radio 3, Flor de pasión).
In dubio ...
Después de los errores, la claridad. ¿Hasta cuándo?
***
Sobre Hesíodo: Eric Havelock, Prefacio a Platón (arriesgado) y Bruno Snell, El descubrimiento del espíritu (que no me entusiasma lo que leo; veré otros capítulos por si acaso).
***
Sobre Hesíodo: Eric Havelock, Prefacio a Platón (arriesgado) y Bruno Snell, El descubrimiento del espíritu (que no me entusiasma lo que leo; veré otros capítulos por si acaso).
Hermoso texto
José Antonio Millán sobre la lectura: herramienta de saber y de comunicación, instrumento político en el buen sentido.
15 de octubre de 2009
Tarde de sol
Ruidos de las obras de la calle, preliminares del infierno, preámbulos de la sordidez y de la nada...
***
Robert Walser, un genio, escribía microgramas y acabó mal. O al revés: acabó mal y escribió microgramas casi ilegibles (según me confiesa mi memoria). ¿Qué será, entonces, de nosotros los comunes? Únicamente nos salvaría, pero no a nosotros mismos de nosotros mismos, que estuviera la insania antes del aforismo (que esto, por ejemplo, fuera la escritura desordenada de los síntomas).
***
El ruido que no cesa (¿libro de ...?)
***
Robert Walser, un genio, escribía microgramas y acabó mal. O al revés: acabó mal y escribió microgramas casi ilegibles (según me confiesa mi memoria). ¿Qué será, entonces, de nosotros los comunes? Únicamente nos salvaría, pero no a nosotros mismos de nosotros mismos, que estuviera la insania antes del aforismo (que esto, por ejemplo, fuera la escritura desordenada de los síntomas).
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El ruido que no cesa (¿libro de ...?)
Hay días
Hay días en los que se prefiere una proposición sin sujeto. Da igual que, fregeanamente, carezca de sentido. A lo mejor posee verdad.
Ahora que lo pienso: ¿a lo mejor? ¿Querer la verdad supone un bien, anterior o posterior (a la voluntad que lo apetece)?
Ahora que lo pienso: ¿a lo mejor? ¿Querer la verdad supone un bien, anterior o posterior (a la voluntad que lo apetece)?
Adv. Kavafis
... y no tienen que navegar en naves [los hombres justos], porque la tierra fecunda les prodiga sus frutos. Pero a los que se entregan a la injuria, a la husca del mal y a las malas acciones, Zeus que mira a lo lejos, el Cronida, les prepara un castigo; y con frecuencia es castigada toda una ciudad a causa del crimen de un solo hombre que ha meditado la iniquidad y que ha obrado mal.
(Hesíodo, Los trabajos y los días)
Que cada uno busque asociaciones entre mal y mar, entre culpa y viaje -si le place.
(Hesíodo, Los trabajos y los días)
Que cada uno busque asociaciones entre mal y mar, entre culpa y viaje -si le place.
Fregeana mente
El pensamiento, sentido de la proposición. Un objeto que cae bajo un concepto. Transposición de los hechos; metáfora, en el fondo.
14 de octubre de 2009
Lo decidiría el dios
Los días serán imprevisibles para los mortales. Allá ellos si se creen que esto depende de su libertad.
Allá ellos si se creen que pueden encaminar sus pensamientos a algún sitio, sirviéndose de un conjunto sencillo de instrucciones. Los únicos pensamientos que valen son los que vienen. Pero, ¿de dónde?
Allá ellos si se creen que pueden encaminar sus pensamientos a algún sitio, sirviéndose de un conjunto sencillo de instrucciones. Los únicos pensamientos que valen son los que vienen. Pero, ¿de dónde?
Días sin historia
No creo que mienta demasiado si defino así el transcurrir de unos días con la cabeza roma y un halo indefinible de tontería en lo que hacemos.
***
Páginas de Gigon sobre Hesíodo, protofilósofo.
***
Páginas de Gigon sobre Hesíodo, protofilósofo.
Nightmares
Con un gesto descuidado de la mano se quieren espantar los pensamientos que vienen y se quedan ahí delante de uno, justo enfrente de su cara. Será que no han de tener descanso los hombres.
13 de octubre de 2009
Jardines y libros
Yo creo que se lamentan de Alejandría los que no aman los libros. Sin embargo, así tenemos como un dios ausente. (La destrucción embellece: porque la belleza es idea y recordada.)
***
Escribe Walt Whitman (Hojas de hierba):
Tú, lector, palpitas de vida, te estremeces de orgullo, de pasión y de amor... lo mismo que yo. Para ti, pues, estos cantos.
***
A propósito del ser reaccionario y de Nicolás Gómez Dávila (mi inventado o descubierto autor; porque un descubrimiento es casi una creación ex novo), véase esto. Uno mismo es más bien un liberal, conservador en unas cosas y avanzado o hasta radical en otras (un moralista agnóstico, por decirlo de algún modo). Pero en verdad valdría la pena un banquete para poder enjuiciar estos valores: progreso, reacción, conservación, liberalismo, radicalismo, socialismo, etc.
***
Escribe Walt Whitman (Hojas de hierba):
Tú, lector, palpitas de vida, te estremeces de orgullo, de pasión y de amor... lo mismo que yo. Para ti, pues, estos cantos.
***
A propósito del ser reaccionario y de Nicolás Gómez Dávila (mi inventado o descubierto autor; porque un descubrimiento es casi una creación ex novo), véase esto. Uno mismo es más bien un liberal, conservador en unas cosas y avanzado o hasta radical en otras (un moralista agnóstico, por decirlo de algún modo). Pero en verdad valdría la pena un banquete para poder enjuiciar estos valores: progreso, reacción, conservación, liberalismo, radicalismo, socialismo, etc.
Hesíodo, II
Los trabajos y los días
En vano se afanan los intérpretes modernos: si con él o sin él comienza la filosofía. ¿Qué dirá mi Gigon?
¿Qué importará, además, que comience o que no una cosa tal como la filosofía? ¿A quién importa algo así?
...
El Gigon, más que nada, me confirma a mí en mi magnífica ignorancia o mala memoria o yo qué sé qué demonios... Veremos, si hay tiempo, lo que sostiene el Snell, pp. 83-101 (veo en el índice onomástico de la ed. de Acantilado). De todas formas: Hesíodo como protofilósofo, según Gigon.
En vano se afanan los intérpretes modernos: si con él o sin él comienza la filosofía. ¿Qué dirá mi Gigon?
¿Qué importará, además, que comience o que no una cosa tal como la filosofía? ¿A quién importa algo así?
...
El Gigon, más que nada, me confirma a mí en mi magnífica ignorancia o mala memoria o yo qué sé qué demonios... Veremos, si hay tiempo, lo que sostiene el Snell, pp. 83-101 (veo en el índice onomástico de la ed. de Acantilado). De todas formas: Hesíodo como protofilósofo, según Gigon.
12 de octubre de 2009
A esta/s altura/s
Se soportan los pacifistas (nosotros lo somos, de veras); no los antipatriotas, esos edipos de opereta y cultura patrocinada. (Se trata de un pensamiento reaccionario. ¿Es incorrecto?)
Imagen de sí
“Podría decirse lo siguiente, que me parece una suerte de sinceridad inversa en el artista: No debe narrar su vida como la vivió sino vivirla como va a narrarla. En otras palabras: de manera que el retrato de sí que constituye su vida sea idéntico al retrato ideal que desea. Dicho aún más sencillamente: que sea tal como quiere ser”(André Gide, en el Journal, 1889-1939, Gallimard, 1955, p. 29; cito según S. Molloy, "Ficciones de la autobiografía", en Letras libres).
Lo que dije y lo que pienso
Me gusta la ironía de decir, sin inflexión ninguna, todo lo contrario de lo que pienso.
Hay quien representa, sin ironía, la quintaesencia del marketing cultural. Son muchos.
***
Magníficos los textos que he leído de Gómez Dávila en Letras libres. Dedúzcase la obligación mental/moral de convertirse en reaccionario.
***
Duke Ellington, de nuevo.
Hay quien representa, sin ironía, la quintaesencia del marketing cultural. Son muchos.
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Magníficos los textos que he leído de Gómez Dávila en Letras libres. Dedúzcase la obligación mental/moral de convertirse en reaccionario.
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Duke Ellington, de nuevo.
Tiempos mezquinos
"- El paulicianismo es marcionita más que maniqueo y, por lo tanto, en el bogomilismo como en el catarismo los elementos gnósticos son probablemente contagios mesalios.
El gnosticismo cristaliza en los conventículos del libre espíritu y en el panteísmo amalriciano."
(Nicolás Gómez Dávila)
¿Quién había pensado otra cosa? ¿Era necesaria la aclaración? Es el asunto del día para cualquier lector de periódicos, y mucho más para su director. Puede observarse hasta dónde ha llegado el progreso. Basta con ser padre y educador para hallar la verdad. Toda.
El gnosticismo cristaliza en los conventículos del libre espíritu y en el panteísmo amalriciano."
(Nicolás Gómez Dávila)
¿Quién había pensado otra cosa? ¿Era necesaria la aclaración? Es el asunto del día para cualquier lector de periódicos, y mucho más para su director. Puede observarse hasta dónde ha llegado el progreso. Basta con ser padre y educador para hallar la verdad. Toda.
Suspicacia
El hambre de los cultos, de aquellos que se han fabricado una obsesión por el procedimiento de centrar su vida en las ideas, sin siquiera platonizarlas, retorna cíclicamente (el hambre, digo) como necesidad de inventarse un autor desconocido.
Los lectores, ciertamente, están más que acostumbrados (hartos se diría, mejor) a los monumentos al autor desconocido (hasta el momento en que es descubierto por el oportuno editor). Acostumbrados o hartos, siempre caen en volver a adorar y emocionarse con el descubrimiento. Son dados a adorar, los cultos, los lectores.
(No está lejos esta búsqueda ansiosa, de un producto intelectual insospechado y por ello precioso cuando fulge, del movimiento mental que va desde la autobiografía hacia esa tentación de mentir o completar la realidad que representa la autoficción.)
Los lectores, ciertamente, están más que acostumbrados (hartos se diría, mejor) a los monumentos al autor desconocido (hasta el momento en que es descubierto por el oportuno editor). Acostumbrados o hartos, siempre caen en volver a adorar y emocionarse con el descubrimiento. Son dados a adorar, los cultos, los lectores.
(No está lejos esta búsqueda ansiosa, de un producto intelectual insospechado y por ello precioso cuando fulge, del movimiento mental que va desde la autobiografía hacia esa tentación de mentir o completar la realidad que representa la autoficción.)
11 de octubre de 2009
Teogonía
"Cuando las hijas del gran Zeus quieren honrar a uno de entre ellos, en cuanto ven venir a la luz uno de esos reyes criados por Zeus, le destilan en la lengua un delicado rocío, y las palabras fluyen suaves de su boca, y los pueblos todos le miran cuando dispensa justicia en equitativos juicios, y hablando con destreza apacigua él de repente una disensión grande.
Y en efecto, los reyes prudentes en el ágora, hacen que se devuelva a sus pueblos todos los bienes que se les ha arrebatado; y lo hacen fácilmente, con ayuda de persuasivas palabras. Y si uno de ellos anda por la ciudad, como un Dios, aplaca con su dulce majestad y brilla en medio de la muchedumbre. Tal es el don sagrado de las Musas a los hombres." (Hesíodo, Teogonía)
Y en efecto, los reyes prudentes en el ágora, hacen que se devuelva a sus pueblos todos los bienes que se les ha arrebatado; y lo hacen fácilmente, con ayuda de persuasivas palabras. Y si uno de ellos anda por la ciudad, como un Dios, aplaca con su dulce majestad y brilla en medio de la muchedumbre. Tal es el don sagrado de las Musas a los hombres." (Hesíodo, Teogonía)
Hoteles, barbarie
No cesan su parla, en los sillones de enfrente, los transpirenaicos con su inconfundible algarabía. Sílabas ametralladas y ásperas al oído puro y teológico español, sílabas que de seguro no contienen más que la misma o variada banalidad de las conversaciones que ahora mismo se emprenden en el mundo.
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Extrañamente poéticas estas expresiones; para título de libros (uno, el primero, ya lo es):
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Extrañamente poéticas estas expresiones; para título de libros (uno, el primero, ya lo es):
- "Formulario del frío" (en la portada de un manual para ingenieros, creo yo).
- "... noche triple" (en la Teogonía de Hesíodo, sonándome a mí a Borges no sé por qué).
Hesíodo
Mirando ingenuamente la Teogonía, ahí está todo: p. ej., la prudencia del gobernante, que retribuye justamente. Un gobernante sabio y persuasivo, que se vale de la palabra. Esto no da ningún sentido de la vida, quizás el mito constituya el parche necesario para olvidar la condición trágica, pero pone de manera inmejorable delante de los ojos la miseria del presente.
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Gómez Dávila, ayer en abcd.
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Gómez Dávila, ayer en abcd.
10 de octubre de 2009
Vinci
Resiste uno la tentación, que no hay tanta, que no es tanta, de comprar libros en las grandes superficies, esos espacios para no comprar los libros que uno lee. Estoy a punto de caer: este que aquí se comenta. Me disuade un poco el alto precio y mi gran pobreza. Sé, sin embargo, que mi ánimo inconstante encontrará racionalizaciones más que sobradas para pecar al fin y comprar esta supuesta joya de casi mil quinientas páginas.
Por lo demás este mundo es una basura desordenada (un caos de antes de Hesíodo) en donde hombres jóvenes y hombres maduros se ven obligados a malvivir vendiendo castañas asadas y palomitas a los transeúntes, y un acordenista de tez oscura pone música fragante a la banalidad cercana de los compradores y la más lejana de los políticos.
Por lo demás este mundo es una basura desordenada (un caos de antes de Hesíodo) en donde hombres jóvenes y hombres maduros se ven obligados a malvivir vendiendo castañas asadas y palomitas a los transeúntes, y un acordenista de tez oscura pone música fragante a la banalidad cercana de los compradores y la más lejana de los políticos.
Föhn
En cualquier sitio en el que estemos, vienen la culpa y la vergüenza. Soportable la última: echa raíces en una opinión social hacia la que hemos desarrollado una sabia y antigua indiferencia. Peor, mucho peor, la primera: echa raíces en el alma. (Que más da que sea inexistente si sus efectos son reales.)
El momento de la cosecha
(Aunque éste no era el título, pero vale igual)
Habéis anidado la serpiente, le habéis fabricado una cunita de idiotez (la vuestra), y ahora pretendéis curar el estadio final de una malignidad con analgésicos a repartir según sectores. Prescritos (no falta más) por los mismos que habéis ambientado el crimen (¿diré fomentado?), presto el insulto (reaccionario!, autoritario!) para el que se oponía a lo vuestro. ¿De verdad pensáis que esto tiene vuelta atrás? No, sino un crecimiento. Que ojalá fuera el final, pero esta decadencia es el principio. ¿Confiáis, de veras, en algún prontuario de las buenas intenciones, en un evangelio masónico o laico –y aunque fuera religioso? ¿Por qué no creímos a N.?
Queda, único resorte, la conciencia o decencia personales para sobrevivir a la sociedad más estúpida conocida: la que se ha cargado el sentido (vital, existencial, transitivo) de la juventud dándole alas absurdas. Ahora, a purgar todos por la necedad ideológica.
Habéis anidado la serpiente, le habéis fabricado una cunita de idiotez (la vuestra), y ahora pretendéis curar el estadio final de una malignidad con analgésicos a repartir según sectores. Prescritos (no falta más) por los mismos que habéis ambientado el crimen (¿diré fomentado?), presto el insulto (reaccionario!, autoritario!) para el que se oponía a lo vuestro. ¿De verdad pensáis que esto tiene vuelta atrás? No, sino un crecimiento. Que ojalá fuera el final, pero esta decadencia es el principio. ¿Confiáis, de veras, en algún prontuario de las buenas intenciones, en un evangelio masónico o laico –y aunque fuera religioso? ¿Por qué no creímos a N.?
Queda, único resorte, la conciencia o decencia personales para sobrevivir a la sociedad más estúpida conocida: la que se ha cargado el sentido (vital, existencial, transitivo) de la juventud dándole alas absurdas. Ahora, a purgar todos por la necedad ideológica.
9 de octubre de 2009
Tengo que leer ...
... el "Prometeo" de Byron.
... y no viene mal escuchar a Duke Ellington & Orchestra en Jazz porque sí de Radio 3. Why not? Estupendos el Duque y la banda.
***
Cansancio, por lo demás. Y hastío de letras y de la vida.
(En efecto: la pureza del diarista también depende de lo mediocre, del no-pasar-nada-y-la-repetición. Decía de la pesadez del versos de Whitman. Enumerativo, diría yo, con el afán de cogerlo todo y de no dejar nada antes de la muerte, de la ruina eterna de una conciencia. Aun en lo enumerativo hay novedad, pienso: porque no son nunca dos series iguales; porque cada punto de vista vital traza su propio conjunto de hechos, vivencias, miradas, etc.)
... y no viene mal escuchar a Duke Ellington & Orchestra en Jazz porque sí de Radio 3. Why not? Estupendos el Duque y la banda.
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Cansancio, por lo demás. Y hastío de letras y de la vida.
(En efecto: la pureza del diarista también depende de lo mediocre, del no-pasar-nada-y-la-repetición. Decía de la pesadez del versos de Whitman. Enumerativo, diría yo, con el afán de cogerlo todo y de no dejar nada antes de la muerte, de la ruina eterna de una conciencia. Aun en lo enumerativo hay novedad, pienso: porque no son nunca dos series iguales; porque cada punto de vista vital traza su propio conjunto de hechos, vivencias, miradas, etc.)
Público contra privado
Anomia: una sociedad sin reglas igual que un estado que no exige respetarlas. ¿Aquí y ahora?
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Recomiendo libros. Qué he de recomendar yo! Ahí va, de todos modos: Whitman, Pessoa, Machado (A.; y la prosa), Elytis (Dignum est), Rilke (las Elegías ..., claro). Yo antipoeta, alírico extremo, recomendando versos.
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Recomiendo libros. Qué he de recomendar yo! Ahí va, de todos modos: Whitman, Pessoa, Machado (A.; y la prosa), Elytis (Dignum est), Rilke (las Elegías ..., claro). Yo antipoeta, alírico extremo, recomendando versos.
8 de octubre de 2009
Mera mente
Un diarista. Nada más. Lector de Whitman y Pessoa (también del esplendoroso Dignum est de O. Elytis). Sabedor de que la metafísica se encierra en arrabales (en el escritor norteamericano y en el portugués; quizás se pueda decir lo mismo del sevillano Machado), en los personajes que los pueblan. Que el loco avecina con el sabio, y los dos se dan cuenta de que los desprecian. Gustador distante de las bellas. Así es.
Side one & side two, II
Novedades culturales:
Si no fuera porque no entiendo las películas, de verdad que es así, podría recomendar la versión de Hipatia que hace el gran Amenábar. Muchos bienes tienen que venir a la cultura del país (Spain) de este mozo rodador de cine independiente. Estoy por comprarme también alguno de los bestsellers que se dediquen al asunto de la tardofilósofa.
Antiguallas culturales:
Si la humanidad hubiera tenido que conocer la figura de Prometeo a través de la comedia del gran Calderón (de la Barca), la humanidad se habría quedado sin conocer la figura de Prometeo, rendida por la retórica. En pocas líneas (versos), el alemán Goethe consigue, por contra, que no lo olvidemos jamás. Calderón consigue que pidamos urgentemente una edición crítica. (Sé que soy injusto y que me voy a arrepentir.)
Si no fuera porque no entiendo las películas, de verdad que es así, podría recomendar la versión de Hipatia que hace el gran Amenábar. Muchos bienes tienen que venir a la cultura del país (Spain) de este mozo rodador de cine independiente. Estoy por comprarme también alguno de los bestsellers que se dediquen al asunto de la tardofilósofa.
Antiguallas culturales:
Si la humanidad hubiera tenido que conocer la figura de Prometeo a través de la comedia del gran Calderón (de la Barca), la humanidad se habría quedado sin conocer la figura de Prometeo, rendida por la retórica. En pocas líneas (versos), el alemán Goethe consigue, por contra, que no lo olvidemos jamás. Calderón consigue que pidamos urgentemente una edición crítica. (Sé que soy injusto y que me voy a arrepentir.)
7 de octubre de 2009
Barroco por no llorar, reír para renacer
A la espera de que la edit. Planeta, o algún otro ente difusor de la cimera cultura castiza (patria) se animen a publicar las Obras Completas de Sócrates, me dedico a dos testigos incómodos y poco fiables según los expertos: los Memorabilia de Jenofonte, en la sabrosa traducción de García Calvo, nuestro helenista ácrata estatal (Salvat Eds., 1971), y Las nubes de Aristófanes, en la versión que me he encontrado en el internet-río de la vida (¿dónde leí la obra la primera vez?; ¿hubo acaso una primera vez?). Agazapado está Kierkegaard para saltar (su tesis sobre Sócrates que inacabé) y lo que pueda ir yo espigando, hasta el fin, entre los antiguos y los modernos. Pero lo esencial siguen siendo las Obras Completas.
Ps. Sé que lo presocrático es lo que vale, después de todo. Sin embargo tengo que dejar a un lado el santo nombre de Platón y el de Aristóteles que pas(e)aba por allí y se quedó en nuestra cultura. Se entenderá por ello que me atraiga la figura de Sócrates, que en medio de todo estaba.
Ps. Sé que lo presocrático es lo que vale, después de todo. Sin embargo tengo que dejar a un lado el santo nombre de Platón y el de Aristóteles que pas(e)aba por allí y se quedó en nuestra cultura. Se entenderá por ello que me atraiga la figura de Sócrates, que en medio de todo estaba.
Reparos
Lo peor de la conversión histórico-filosófica del arte del diálogo en Dialéctica: la represión del prurito investigador (re-buscar: research, recherche), por mor del prestigio pretendido del sabio. Se introduce en o más bien con el platonismo una jerarquía* justo donde no se debe, pues prácticamente todo ciudadano tiene la capacidad de cuestionar, y de seguir cuestionando, con sentido. Se liga el saber a la Academia, sacándolo para siempre de la conversación en la plaza o en el salón. Hay quien vale para eso. Yo no.
* No tanto por el elitismo y segregacionismo educativo cuanto por la distribución clasista de los espacios del saber. Así, lo que era ilustración se convierte en secta. No estamos lejos de Marx, de los que el siglo XIX (ha pasado tanto tiempo que quizás tengamos que volver!) pensó.
* No tanto por el elitismo y segregacionismo educativo cuanto por la distribución clasista de los espacios del saber. Así, lo que era ilustración se convierte en secta. No estamos lejos de Marx, de los que el siglo XIX (ha pasado tanto tiempo que quizás tengamos que volver!) pensó.
6 de octubre de 2009
Gregueriesca mente
La psicopatología es la cara desgastada de la historia de la filosofía. (Como si la razón se acuñara en monedas.)
[A la inversa: la razón, su constelación histórica a la manera de cultura occidental, constituye una máscara (eufemismos, negaciones, hipocresías, etc.) de la enfermedad radical que portamos.]
[A la inversa: la razón, su constelación histórica a la manera de cultura occidental, constituye una máscara (eufemismos, negaciones, hipocresías, etc.) de la enfermedad radical que portamos.]
Teoría y práctica; en ellas dos
Bienaventuradas las certezas y bienaventurados los que las poseen. Qué pocas encuentro en mí!
***
Existencia y razón.
Me llama la atención una frase terrible ("Malogra su vida con completa lucidez") cuyo sentido se comprende sin más.
***
La visita a las webs de las editoriales me produce a mí una doble desazón: la náusea de no tener nada que hacer yo en esos sitios, conociendo que si miro en mi intimidad más verdadera los libros me son ajenos; y por otra parte el aguijón de la conciencia que me obliga a querer dejar de ser ignorante y nadie me dice por qué.
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Existencia y razón.
Me llama la atención una frase terrible ("Malogra su vida con completa lucidez") cuyo sentido se comprende sin más.
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La visita a las webs de las editoriales me produce a mí una doble desazón: la náusea de no tener nada que hacer yo en esos sitios, conociendo que si miro en mi intimidad más verdadera los libros me son ajenos; y por otra parte el aguijón de la conciencia que me obliga a querer dejar de ser ignorante y nadie me dice por qué.
Aquí un ejemplo: qué necesidad tenía de ver este libro de Benjamin Constant, grosísimo además.
5 de octubre de 2009
Pues no sé ...
... porque quien nos enseñó la mansedumbre nos enseñó la maldad de lo mezquino...
¿Nos marcó ese camino? ¿Vino con los sacerdotes? ¿Los convocó de alguna manera a las primicias de una nueva mentira... salvadora?
¿Nos marcó ese camino? ¿Vino con los sacerdotes? ¿Los convocó de alguna manera a las primicias de una nueva mentira... salvadora?
Quieras que no ...
No se puede uno escabullir de pensar en una correlación positiva (válgame Dios) entre carácter e inteligencia: entre estar hundido y no entender nada.
Pues no sé yo si tendremos otra
Pertenece la cita reproducida a un libro más que estimable de Manuel Durán: Diario de un aprendiz de filósofo, ed. Renacimiento, 2007, p. 168. El título no me convence nada (tiene la gracia el asunto de que su autor es ya un hombre bastante mayor cuando lo escribe), aunque el libro puede servir como una buena introducción a la filosofía.
La sociedades progresan
Hacia ninguna parte: se incumplen las reglas y nadie las reclama; proclamamos la sociedad de la información y no sabemos leer. Nos da igual, además. España, país patético.
4 de octubre de 2009
Octubres
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... y la inmoralidad ambiental, claro... Epocal, mejor que ambiental: manada (en dos sentidos: nombre y adjetivo) de la fuente de la estupidez...
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Pendiente: sobre Leo Strauss.
Maquiavelismo
Ser tú el primero en el juego que denuncias, sin dejar de despreciarlo. La verdad queda para los amigos. No hace falta ni que la digas. Estáis en lo sabido.
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Y lo otro, sin nada que ver:
Después del sueño viene la angustia. Cuando ésta debería limitarse a los acontecimientos oníricos. Cesando al despertar.
***
Páginas, magníficas, de El ocultamiento de lo humano de M. Nussbaum. (Vid., a propósito, el Canto a mí mismo de W. W.)
***
Luz oscurísima.
Aunque yo no llego a comprender en qué sentido el relojero podría ser más previsor. Ni en cuál podríamos exigirle al hijo del carpintero una entrega mayor. Quizás sobraba la que efectuó y (quizás) hubieran sido más razonables las previsiones de perdición, si no la pura indiferencia, del Zeus olímpico y golpista.
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Y lo otro, sin nada que ver:
Después del sueño viene la angustia. Cuando ésta debería limitarse a los acontecimientos oníricos. Cesando al despertar.
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Páginas, magníficas, de El ocultamiento de lo humano de M. Nussbaum. (Vid., a propósito, el Canto a mí mismo de W. W.)
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Luz oscurísima.
Aunque yo no llego a comprender en qué sentido el relojero podría ser más previsor. Ni en cuál podríamos exigirle al hijo del carpintero una entrega mayor. Quizás sobraba la que efectuó y (quizás) hubieran sido más razonables las previsiones de perdición, si no la pura indiferencia, del Zeus olímpico y golpista.
3 de octubre de 2009
Consiliaria
No pierdas el tiempo. Ni en escribirlo.
***
Rocanroleando, tuisteando, suingueando. Lo que haga falta y más todavía: Los Pájaros Locos en El Ambigú de Radio 3 (28 sept.). Irresistible. Oh yeah, oh sí.
***
Antes me permito recordar que en uno de los libros más conocidos y mejor escritos por Max Weber, La ética protestante y el espíritu del capitalismo , se valorizó el respeto por el centavo. El autor citaba máximas de Benjamín Franklin que hacían del cuidado del centavo la base del ahorro y, en consecuencia, del temprano capitalismo, el de la primera revolución industrial, que sería desplazado después, desde los años veinte del siglo XX, por la gran producción para el consumo de masas. El cuidado del centavo era una condición de la movilidad social y del progreso común.
A lo que llega uno queriendo dar buenos consejos a los jóvenes (también a lo no vetusto que portamos nosotros)... A citar las palabras de los políticos.
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Rocanroleando, tuisteando, suingueando. Lo que haga falta y más todavía: Los Pájaros Locos en El Ambigú de Radio 3 (28 sept.). Irresistible. Oh yeah, oh sí.
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Antes me permito recordar que en uno de los libros más conocidos y mejor escritos por Max Weber, La ética protestante y el espíritu del capitalismo , se valorizó el respeto por el centavo. El autor citaba máximas de Benjamín Franklin que hacían del cuidado del centavo la base del ahorro y, en consecuencia, del temprano capitalismo, el de la primera revolución industrial, que sería desplazado después, desde los años veinte del siglo XX, por la gran producción para el consumo de masas. El cuidado del centavo era una condición de la movilidad social y del progreso común.
A lo que llega uno queriendo dar buenos consejos a los jóvenes (también a lo no vetusto que portamos nosotros)... A citar las palabras de los políticos.
Platón plagiario
PROMETEO: (TRAS UN SILENCIO) No creáis que callo por arrogancia o altanería; un pensamiento me devora el corazón al verme así tan vilipendiado. En verdad, a estos dioses nuevos, ¿qué otro sino yo les repartió exactamente sus privilegios? Pero sobre esto callo, pues ya sabéis vosotras cuanto podría deciros. Escuchad, en cambio, los males de los hombres. De niños que eran antes, he hecho unos seres inteligentes, dotados de razón. Os lo diré, no para censurar a los hombres sino para mostraros con qué buena voluntad regalé mis dones. Ellos, al principio, miraban sin ver. Y escuchaban sin oír, y semejantes a los fantasmas de los sueños, al cabo de siglos aún no había cosa que por ventura no confundiesen. No conocían las casas de ladrillos secados al sol, ni el trabajo de la madera; sumergidos vivían como ágiles hormigas en el fondo de cuevas a donde jamás llega la luz. No tenían signo alguno seguro ni del invierno ni de la floreciente primavera ni del fructífero estío, sino que todo lo hacían sin razón, hasta que yo les mostré las salidas y los ocasos de los astros, difíciles de conocer.
Después descubrí también para ellos la ciencia del número, la más excelsa de todas, y las uniones de las letras, memoria de todo, laboriosa madre de las Musas. Y uncí al yugo las bestias esclavizadas, que ahora doblan la cerviz, a fin de que tomaran el lugar de los mortales en las fatigas mayores; y llevé hasta el carro a los cabaIlos, dóciles a las riendas, orgullo del fasto opulento. Luego inventé el vehículo de los marinos, que surca el mar con sus alas de lino. ¡Y, mísero de mí, yo, que he encontrado estos artificios para los mortales, no tengo artimaña que pueda librarme de la actual desgracia! (Esquilo, Prometeo encadenado)
... y sigue...
Después descubrí también para ellos la ciencia del número, la más excelsa de todas, y las uniones de las letras, memoria de todo, laboriosa madre de las Musas. Y uncí al yugo las bestias esclavizadas, que ahora doblan la cerviz, a fin de que tomaran el lugar de los mortales en las fatigas mayores; y llevé hasta el carro a los cabaIlos, dóciles a las riendas, orgullo del fasto opulento. Luego inventé el vehículo de los marinos, que surca el mar con sus alas de lino. ¡Y, mísero de mí, yo, que he encontrado estos artificios para los mortales, no tengo artimaña que pueda librarme de la actual desgracia! (Esquilo, Prometeo encadenado)
... y sigue...
La ley
FUERZA. Hemos alcanzado la región más extrema de la Tierra, el último rincón de Escitia, en un desierto nunca encontrado. A tí te corresponde, Hefestos, cumplir las órdenes de tu padre. Debes fijar a este malhechor en estas abruptas rocas, utilizando irrompibles grilletes de bronce, porque robó el resplandor del fuego, origen de todas las artes, entregándoselo a los hombres. ¡Debe pagar a los dioses por esa falta! Y así aprenderá a sufrir la tiranía de Zeus y renunciar a sus humanitarios sentimientos. (Esquilo, Prometeo encadenado)
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(Entre los humanos)
Que haya dureza y que haya clemencia. Pero que la segunda no venga como un derecho a invalidar a la primera. Que sea siempre un añadido y un signo del amor.
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(Entre los humanos)
Que haya dureza y que haya clemencia. Pero que la segunda no venga como un derecho a invalidar a la primera. Que sea siempre un añadido y un signo del amor.
Aún o aun podremos esperar
Si el pensamiento estabulado (oficial, académico) nos produce asco.
Y si esto no significa más que el instinto que no se concreta en decisión, un gesto y poco más y la vida que lleva cada uno.
Cabe pensar, en verdad, que lo postsocrático es basura, demagogia politizada en un grado u otro. Dejo aparte el santo nombre de Platón---
Y si esto no significa más que el instinto que no se concreta en decisión, un gesto y poco más y la vida que lleva cada uno.
Cabe pensar, en verdad, que lo postsocrático es basura, demagogia politizada en un grado u otro. Dejo aparte el santo nombre de Platón---
2 de octubre de 2009
Sententiae
Bienaventuradas las certezas, y afortunados los que las tienen. Hay, por el contrario, quien se avergüenza de casi todo y nunca ha de llegar a nada (la culpa más densa que el plomo).
La moral provisional del escéptico en su vida: aunque conserve ésta, se encuentra a un tris de perder la primera, sin ser capaz de sustituir unas reglas por otras. ¿No iba a cansarle el cambio continuado sin sentido -no iba a dejarse ir, por ende?
La moral provisional del escéptico en su vida: aunque conserve ésta, se encuentra a un tris de perder la primera, sin ser capaz de sustituir unas reglas por otras. ¿No iba a cansarle el cambio continuado sin sentido -no iba a dejarse ir, por ende?
1 de octubre de 2009
Pues es lo que yo pienso
Pero que lo digan otros (entrada del 30 de sept. de I. C.).
¿Nos hemos vuelto idiotas; o es que los nazis llevan razón y la moralidad depende del lugar social/natural? ¿El arte o la inteligencia han de exonerar de la responsabilidad por el crimen? ¿El genio obnubila el gen del bien? ¿Aliena (el ser creativo) la libertad?
...
La moralidad... Soy tan ingenuo y kantiano que todavía me creo que detrás de la legalidad universal, imparcial y democrática está la conciencia o buena voluntad (el alma santa).
¿Nos hemos vuelto idiotas; o es que los nazis llevan razón y la moralidad depende del lugar social/natural? ¿El arte o la inteligencia han de exonerar de la responsabilidad por el crimen? ¿El genio obnubila el gen del bien? ¿Aliena (el ser creativo) la libertad?
...
La moralidad... Soy tan ingenuo y kantiano que todavía me creo que detrás de la legalidad universal, imparcial y democrática está la conciencia o buena voluntad (el alma santa).
Razón teórica Vs. razón práctica
La voluntad depende de la memoria. Una duda en la primera habrá de quebrantar el sentido de los movimientos (lo que tú eres viene de lo que tú haces). Finalmente, será la integridad misma la que falla (por lo mismo: del modo de tu existir, tu ser).
Bibliotecas, templos profanos públicos o privados
Recibo por correo un título que seguramente nos convence: Nussbaum, La fragilidad del bien.
¿Qué sería de nosotros en el perro mundo sin libros? ¿Para cuándo la beatificación/canonización de Johannes Gutenberg? Los protestantes no deberían esperar.
¿Qué sería de nosotros en el perro mundo sin libros? ¿Para cuándo la beatificación/canonización de Johannes Gutenberg? Los protestantes no deberían esperar.
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