Lo más grave es cuando la ideología se convierte en pretexto para la agresión contra el que no puede defenderse. Lo concreto es lo único real. Las cosas no suceden: le suceden a alguien. No es lícito apalear a una persona indefensa. Es una crueldad inmunda señalar a un niño en una escuela enfrente de sus compañeros porque su padre es guardia civil. No se puede acosar a un futbolista y pedir su expulsión y llamarlo extranjero con una xenofobia cobarde y simétrica a los que gritan insultos idénticos desde el otro lado, esgrimiendo banderas en apariencia hostiles entre sí pero idénticas en su utilidad como armas arrojadizas. (A. Muñoz Molina, en El País)En sustancia, amén.
Blogger me avisa de que las leyes europeas, Dios las bendiga, me obligan a que avise a mis improbables visitantes y/o lectores de que mi blog usa cookies, pero a mí su aviso, incompetencia mía, seguro, no se me pone en la cabecera
7 de octubre de 2017
Hemerotecas
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