31 de octubre de 2013

... pero es que nada

nos libra de la melancolía... En cualquier situación, en cualquier sitio. También en el que estoy ahora... Escribiendo delante de un pantalla, esta noche que todos los escritores pasados, presentes y casi futuros de A. están reunidos, y yo estoy aquí, orgulloso y engreído de mi soledad en tal materia.

A veces nos llama la atención un párrafo del diario, y lo guardamos para nuestra hemeroteca. Nos llama la atención porque quizá anota lo mismo que nosotros podríamos contar si tuviéramos la competencia (absurda palabra cuando sale del ámbito de Chomsky):
... se están quebrando los fundamentos del contrato social vigente, dado que, por un lado, las rentas del capital crecen de forma sostenida más que la remuneración al trabajo y, por otro, la viabilidad de los Estados de bienestar, tal como están ahora, está seriamente comprometida.
Frente a este cuadro, relajarse y hablar de recuperación por una alegría de la prima de riesgo, unas décimas de mejora en las previsiones de crecimiento o el aumento del gasto de los extranjeros en nuestro país es pura superficialidad. España necesita repensar muy seriamente su futuro económico si quiere preservar el avance en nivel de vida y progreso social que, de forma tan clara y tangible, hemos alcanzado desde 1975. (R. Xifré, en El País)

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