17 de noviembre de 2010

Escriben

José Miguel Ridao:

Recuerdo una mañana de noviembre;
de este noviembre y todos los noviembres.
Aquel día en que el mundo se detuvo
y no llegó el invierno;
y no acabó el otoño.
Tú crees que eso son cosas de poetas,
que los poetas inventan mentiras
para engañar a nadie; sólo a ellos.
Quizá tengas razón,
o yo no soy poeta,
o aún está lloviendo de mentira,
o el agua que resbala en los cristales
acabará mañana
y yo saldré al umbral
y dejaré la casa de mi sueño.

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