30 de julio de 2010

La virtud de la obediencia

En verano nos dejamos llevar por la opinión pública (se compra el periódico), como si fuéramos mecidos por las olas de las playas ausentes. Se deja para el invierno (el frío, la oscuridad, los epítetos) el encierro privado en el que alimentar el rencor y las ideas disolventes.

No hay comentarios: