17 de febrero de 2010

Comments, a Deseducativos

... te agradezco que pienses que yo puedo tener una idea. Yo sospecharía más bien del que dice que las tiene. Las entrecomillaría como hace ... con las del cátedro mercachifle de Yale. Yo creo, se me ocurre pensar, cada vez que me encuentro con el argumentario psicopedagógico al uso, en la falta de rigor y honestidad intelectual del que se permite forjar teorías infalsables (por el procedimiento de culpabilizar a los cobayas de que no se cumplan). Eso en primer lugar. Que es, yo creo, lo que cualquiera que tenga sentido común ha de pensar. En segundo lugar me viene a la cabeza la palabra pseudociencia, y me acuerdo del affaire Lyssenko y de todos los embaucadores que a lo largo de la historia han sido. Pues bien, pocos reductos como las Facultades (sedicentes) de ... (con honrosísimas excepciones de honestidad intelectual y/o rigor popperiano o racionalismo crítico o bon sens o como se diga), pocos reductos como esos para difundir memes (vamos a llamarlos así) ideologizados y malintencionados. Merecedores, en algunos casos, pienso yo, de ser llevados delante de los tribunales. Aunque ésta es otra… Por cierto, siempre me acuerdo del libro de Jean Rostand en el que conocí la existencia de Lyssenko el gran biólogo de Stalin: Ciencia falsa y falsas ciencias. Porque todavía no lo he leído… Y que de la relación Lyssenko/Stalin cada uno saque su propia analogía.

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