2 de junio de 2007

Libros

En el suplemento cultural de Abc de hoy:

Un mundo incierto,un libro cierto

Por Fermín Bouza. (Crítica del libro de Helena Béjar, IDENTIDADES INCIERTAS: ZYGMUNT BAUMAN, Herder, 2007)


Dos ideas/frases de Bouza:

1. "La idea de libertad va unida a contrario a la idea de certidumbre, y esa tensión entre libertad y certidumbre podría definir la lucha agónica que el hombre ha tenido consigo mismo a lo largo de los siglos por acercarse a uno o a otro concepto."

Comment: no hay tal, sino un continuum de verdad científica y planificación social. Si la modernidad destroza algo es la identidad entre verdad y bondad. Pero eso es otra cosa: que recoge Hume con su sorprendido descubrimiento del paso del "es" al "debe". Pero ésta -la continuidad en los razonamientos, entre hechos y evaluaciones- no era más que la costumbre que se había ido perdiendo: pues ni la verdad científica repite las trazas de la verdad filosófica del ordo antiguo y medieval, ni la sociología representa un rótulo nuevo para la ética de los fines (bien, felicidad, beatitud). Lo que yo digo (perdón) es que libertad y certidumbre transitan continuamente entre sí, igual que ha ocurrido siempre, aunque de otra manera: el concepto mediador es -podría- el de "ingeniería" (civil, por supuesto, y de ahí viene la ingeniería política y social).

2. "Este individuo de Bauman (individuo de facto, casi aparentemente dueño de sí) puede estar mutando en un individuo autovictimizado (tesis de Helena Béjar en su coda: «En este sentido la identidad como destino, lejos de ser un proyecto creativo, como parecía prometer el individuo de facto baumaniano, decrece bajo el peso de una realidad social amenazante.... Así, la identidad como destino insoslayable y el individuo de facto como experimento siempre en trance de perfeccionamiento se están tornando en víctimas. La cultura de la queja...»), resultado final de una modernidad reconvertida en un extraño reino de la libertad en el que nada es nada de forma estable."

Comment: sólo se podía sorprender quien hubiera sustituido la fe religiosa por la fe política, tan inadvertida, inconsciente e irresponsablemente como para pensarse que se había hecho un dios de sí y para sí mismo. Realmente, cuando la vida se vive cómoda y maravillosamente, igual que si fuéramos turistas en el tiempo, los peligros producen una ansiedad mucho mayor: ¡el viaje es tan maravilloso! Y la necesidad de humillarnos y solicitar una protección todavía mayor.

***

(Dos metáforas)

Náufragos y subterráneos: así es el tiempo, inseguro y sin luz -ni orden ni certezas.

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