Como hipótesis, la idea de que los textos autoficcionales representen o puedan ser leídos como historias de vida posibles muestra una apariencia trivial, como una manifestación perteneciente al campo estéril de los juicios analíticos. Más, si cabe, si entendemos que una novela traza historias o biografías posibles, o por lo menos tranches biographiques; que a la autonovelación solo le cumple la modificación de la referencia de los enunciados, el foco puesto en un self que se auto(d)enuncia flexible, inventiva, imaginativamente.
Sin embargo, conocemos la crisis de la distinción entre analítico y sintético, la domática cuestionada (Quine). La inclusión del predicado "historia de vida posible" en la definición del sujeto textual autoficticio acaece por la vía de unos hechos tan diversos como las ontologías que los presiden e iluminan.
Puedo comparar, baconianamente, lo que me revelan el texto A y el texto B acerca de los ejes antropológicos kantianos: conocimiento, acción, esperanza. O con relación a los tópicos orteguianos acerca de la vida, radical realidad histórica y narrativamente concebida, alumbrada. Así ad líbitum.
Los mundos abiertos por M. Delibes y J. Marías no pueden ser mas disímiles, de partida, al respecto. En el primer caso, el conocimiento profundo de la función integradora de una personalidad concreta dentro de la familia, los signos detallados de la enfermedad y la muerte, abocan a una cancelación de la acción y una desesperanza radical, dejando el recuerdo piadoso como vía única de un imposible escape. El cuadro en rojo, figura de la esencia vital narrada, convoca, more Wilde, la única salvación y eternidad material. Ello acompañando el proceso de declive físico. En el caso de la novela oxoniense de J. Marías, es un conocimiento de superficie en la trama de relaciones social y académicamente ritualizadas lo que se entrega a nuestra lectura, pero tampoco es que conduzca a un lugar muy diferente del recuerdo de lo sido, para lo cual lo indicado es cortar amarras y liberar la escritura...
Así acontece con los sueños de los seres.