Una clase normal, hogañesca:
-Garcinuño, enúncieme la tríada tudesca a la voz de ar (o sea, ya).
-Vienen a ser, dómine reverendo, el apocalipsis, la ekpirosis y el apocatástasis. Es decir, la sobremesa, el atardecer con su noche consiguiente, y el nuevo día.
-Bueno, más o menos... Puede sentarse, pero no sea tan libérrimo con su nous alegorético e intente circunscribirse a los términos literales y a un logos diáfano. Tesis, antítesis, síntesis, y San Seacabó.
-Claro que sí, maestro impar, pero hoy no... mañana.
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