Quien habla, como quien vierte a una lengua extraña. No se pone a conversar con el discurso completo ya hecho. Diálogo no es oratoria. El contexto completará sus insuficiencias. Quien traduce encontrará huecos en su versión, que deja en blanco o rellena provisionalmente con palabras de su idioma materno.
(Pero quien refiere, traiciona. Porque es la mecánica de la traducción el contenido primero del sueño matrimonial. La comparación con el lenguaje dialógico viene para esclarecer.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario