Europa se desmiente a sí misma. Un golpe a la euroorden, como fruto visible del espacio común policial y judicial, clave a su vez del avance hacia la construcción europea. Consiste en dar por buenas las decisiones de un Estado asociado y amigo. No es aceptable que la Justicia de un tercer país le diga a la española como tiene que aplicar el Código Penal. (En elconfidencial.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario